Un viaje poco considerado
Tal y como habíamos previsto en este espacio editorial, el Gobierno central ha confirmado el viaje del presidente Evo Morales a Rusia precisamente para el día en el que se inaugura el Mundial de Fútbol 2018.
Tal y como habíamos previsto en este espacio editorial, el Gobierno central ha confirmado el viaje del presidente Evo Morales a Rusia precisamente para el día en el que se inaugura el Mundial de Fútbol 2018.
Ya en fecha 26 de mayo, en un editorial titulado “El Presidente y los mundiales”, habíamos afirmado que la decisión al respecto iba a ser la de confirmar el viaje. “Ahora el Presidente viajará de nuevo a reunirse con otro presidente, Putin, en Moscú. El mismo día, y en la misma ciudad, se inaugurará el mundial de fútbol de este año. Es imposible que no asista”, habíamos dicho en esa ocasión.
Y no es que tengamos una bola de cristal o el don de la adivinación. Para anticipar lo que iba a hacer el Jefe de Estado con motivo de la inauguración del mundial pelotero es suficiente revisar sus antecedentes al respecto.
La confirmación ha dado lugar a múltiples protestas en las redes sociales. Más allá de lo que diga la oposición, que satanizará siempre lo que haga el oficialismo, hay que tomar en cuenta la reacción ciudadana, la del ciudadano de a pie que ha encontrado en internet la plataforma para exponer sus ideas, sin importar si estas sean erradas o no. Allí es donde se advierte que la reacción mayoritaria es de condena al viaje.
La explicación a ese rechazo es que Bolivia todavía no ha avanzado lo suficiente en la construcción de su desarrollo como para permitirse lujos entre los que se cuentan el museo unipersonal de Evo Morales, el palacio presidencial que se construye a una cuadra de la Plaza Murillo de La Paz y los viajes que coinciden con la inauguración de los mundiales.
Las necesidades del país son otras. Ahí están, sin abundar en detalles, la educación y salud, que no son atendidas como se debe, y, si de urgencias hablamos, los enfermos con cáncer. En Bolivia existe una cantidad de afectados por ese mal que necesitan tratamiento especializado mediante equipos que costarían menos de lo que representa la suma de gastos erogados para el museo, el palacio y el viaje del presidente a Rusia. Pese a esa gran verdad, el museo terminó de construirse y ahora su costo de mantenimiento es mayor que el de sus ingresos; el palacio está en sus detalles finales y el Primer Mandatario ha confirmado su viaje.
Los oficialistas, particularmente la gavilla de personas que fue contratada para defender al Gobierno en las redes sociales, ya salieron al frente para justificar el viaje. Se dice —y hasta lo dijo el propio Evo Morales— que el viaje servirá para firmar convenios con Rusia que representarán una ayuda a Bolivia de mil millones de dólares. El detalle es que el viaje tiene que ser para el día en que se inaugura el mundial en Moscú, no antes ni después.
Se dice, también, que muchos presidentes viajarán a Moscú para la inauguración del mundial y Vladimir Putin aprovechará para reunirse con ellos. Lo que no se dice es que la mayoría de ellos viaja por primera vez mientras que nuestro Jefe de Estado lo hará por tercera ocasión.
Ya lo habíamos hecho notar en el editorial de la fecha referida: “desde que Evo Morales es presidente de Bolivia fueron disputados tres mundiales, los de Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. El detalle que no debería pasar desapercibido para los bolivianos es que el Jefe de Estado estuvo en las inauguraciones de los dos últimos y siempre con pretextos de viajes oficiales”.
Por tanto, el Gobierno tendrá que conceder que los bolivianos no somos tontos. Lo que en realidad pasa es que el Presidente quiere estar también en la inauguración de este mundial y viaja con nuevos pretextos. Y, aunque el principal motivo es la recreación —ver un partido inaugural—, lo lamentable es que ese viaje se cubra con dinero del pueblo boliviano. R
Bolivia, recuerdan los ciudadanos, todavía no ha avanzado lo suficiente en la construcción de su desarrollo como para permitirse lujos entre los que se cuentan el museo unipersonal del Presidente, el palacio que se construye a una cuadra de la Plaza Murillo de La Paz y los viajes que coinciden con la inauguración de los mundiales