Rilda Paco, de la pintura a la conciencia colectiva

Transcurrió un año desde que Rilda Paco pintó a la virgen del Socavón en ropa interior, imagen que desató polémica en el país.

En contacto con CORREO DEL SUR, la artista orureña reveló los pormenores por los que tuvo que atravesar mientras buscó –y busca– justicia por constantes amenazas ante lo que había hecho. Afirma que esas circunstancias la llenaron de fortaleza y hoy está lista para abrir sus alas.

“Justo el 11 de febrero de 2018, yo subo la imagen de la Virgen (a redes sociales), a eso de las 18:00. Y durante una semana normal, no había pasado nada hasta el día 20 (de febrero) que me habían entrevistado los de Telemundo y ahí empiezan todos los insultos, las amenazas, el abuso de poder de la iglesia, de las autoridades, la asociación de folcloristas…”, recuerda Rilda sobre las primeras reacciones de la población, especialmente orureña, donde se venera a la virgen del Socavón en el carnaval.

La artista que radica en La Paz, revela que con todo lo que pasó está “más valiente, más segura de las cosas que está haciendo” y que logró comprobar una doble moral y un abuso de poder que, según ella, lo vivió con las reacciones de las autoridades de su tierra natal y en la Iglesia Católica que intentó “tapar” la situación.   

“He visto también que no existe justicia, la justicia siempre va a estar de parte del poderoso”, dice, al recordar el largo proceso por el que pasó para presentar su denuncia contra quienes, a través de Facebook, la habían amenazado con violarla y matarla, y por discriminación a tres autoridades de Oruro, entre ellas el Secretario de Culturas, quien la declaró persona no grata en esa ciudad y que durante una entrevista televisiva afirmó que “toda acción tiene consecuencias”.

“Eso me ha sorprendido porque es como si estuviera confirmando que si algo me pasaba era mi culpa”, lamentó al recordar los obstáculos que tuvo que atravesar para poner su denuncia, que ingresó a la Fiscalía la última semana de septiembre, hasta hoy sin resultados.

“Aún he visto comentarios (de discriminación) en algunas páginas y estoy casi preparada para lo que va a venir porque es un hecho lo que varios me decían: ‘Rilda has tocado una herida y esa herida va a tardar en sanar así que tienes que estar lista para todo’. Entonces estoy aquí, estoy lista, si tengo que dar la cara la voy a dar. Ya no me afectan todos los insultos ni las amenazas porque he entendido que es gente que muestra una sociedad violenta en la que vivimos y aparte que es irracional, que prefieren defender algo que sólo es una materia, un objeto y no así la vida de un ser humano”, añade.

Para ella, el cómo se promociona y se vive el carnaval no ha cambiado, porque hacen falta campañas en contra de la violencia, el consumo desmedido de alcohol, el abandono, la inseguridad ciudadana. “Todo es promocionar el carnaval, la fiesta, pero nadie soluciona el otro lado. Yo pensé que esto iba a cambiar. Aún sigo viendo un carnaval en la ciudad de La Paz machista cuando los pepinos que son vulgares, lo único que hacen es desprestigiar a la mujer de una manera asquerosa. No ha avanzado nada”, reclama.

¿Podría sorprendernos con otra pintura? “No creo”, responde, pues cree que sería repetir lo vivido. No obstante, dijo que montará una nueva exposición, después de la fiesta, para que ésta no sea interpretada como una provocación.

“(La exhibición) es una cuestionante a lo que ha sido la Iglesia Católica. Vamos a ver qué pasa y eso que muchos me decían ‘no lo hagas’, más que todo mi familia, porque hay que tener más cuidado, pero yo creo que es necesario porque hay un lado oscuro de lo que es la iglesia más que todo con el tema de la pedofilia, el abuso de poder; muchos se escudan en eso y la justicia no funciona para el otro lado”, sostiene.

Ha transcurrido un año y Rilda Paco hoy se define como “una mujer que tiene alas y que está lista para emprender vuelo”.