Seis años sin Gabo, creador del “realismo mágico”
El autor de "Cien años de soledad" falleció por cáncer linfático.
El 17 de abril de 2014, en Ciudad de México, partió de este mundo el reconocido escritor colombiano, nobel de literatura, Gabriel García Márquez.
Nacido el 6 de marzo de 1927 en el municipio de Aracataca, departamento de Magdalena, en Colombia. Fue hijo de Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Sus estudios secundarios los cursó en San José desde 1940. Terminó su bachillerato el 12 de diciembre de 1946 en el Colegio Liceo de Zipaquirá.
El 25 de febrero de 1947 se recibió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Bogotá, sin embargo no mostraba mayor interés por dicha carrera. Fue su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella lo que le permitió acercarse al periodismo.
Fue a sus 27 años de edad cuando publicó “La hojarasca”, su primera novela. En sus páginas ya apuntaba las características más reconocibles de su obra. Una ficción atiborrada de fantasía.
Sin embargo, la fama mundial le esperaría hasta junio de 1967, con la publicación de la que para muchos es su obra cumbre: “Cien años de soledad”. Se vendieron 8.000 copias en apenas una semana. Tres años después, se llegó medio millón de copias.
La novela que transcurre en Macondo, fue traducido a más de 24 idiomas, y ganó cuatro premios internacionales.
“Gabo”, como fue llamado en vida y hasta ahora, recibió a lo largo de su carrera numerosos premios, distinciones y homenajes. Sin dudas el mayor de todos fue el Premio Nobel de Literatura el 8 de diciembre 1982.
La Academia sueca argumentó la distinción "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente''.
Dos años antes de su fallecimiento, se dio a conocer que García Márquez sufría de demencia, por lo que sus apariciones en público se redujeron considerablemente. Finalmente “Gabo” falleció el jueves 17 de abril del 2014, a los 87 años, debido al cáncer linfático que padecía.
A través de su prosa, llegó a calar en el alma de sus lectores en todos los idiomas a los que fue traducido alrededor del mundo. Un legado que ya es inmortal, como la magia misma que tanto llenó sus páginas.