Dinosaurios: Huellas en Sucre forman parte de un megasitio
El paleontólogo Christian Meyer devela más secretos de Cal Orck’o
Gran parte de los sitios de huellas de dinosaurios de la formación El Molino, en Bolivia, y lugares contemporáneos que van desde el norte de Argentina hasta el sur del Perú, forman un megasitio de rastros que dejaron estos animales extintos cuando migraban del sur al norte, en busca de zonas más húmedas, según un reciente artículo científico del paleontólogo suizo Christian Meyer.
El artículo “El historial de dinosaurios del Cretácico Tardío en Bolivia – Revisión y perspectiva”, publicado la semana pasada es el resultado de una investigación de 22 años que realizó Meyer desde 1998, que se centra en las huellas de Cal Orck’o, lugar que visitó de forma periódica cada dos años y otras del Distrito 8, a donde llegó cuando estaba permitido investigar allí.
El megasitio de rastros muestra una ruta de migración estacional de los dinosaurios que recorrían las costas de un antiguo sistema de lagos y tiene un tamaño aproximado de 100.000 kilómetros cuadrados.
En el documento, Meyer muestra tres mapas de Cal Orck’o que documentan el progreso de la investigación del yacimiento, desde la primera fotografía tomada en 1998, un mapa digital realizado en 2003 y uno reciente de 2015, que contiene todos los rastros, incluso aquellos que ya no son visibles.
Entre otras novedades de Cal Orck’o, se muestra la dirección en la que se mueven los dinosaurios, los saurópodos caminan en dirección diferente a la de los terópodos y las huellas paralelas de manada de anquilosaurios dan las primeras evidencias mundiales del comportamiento social, en rebaño, de esta especie.
Entre los nuevos rastros, el articulo da cuenta de la presencia de dromaeosauridos de gran tamaño en el sinclinal de Maragua, un terópodo cuya presencia se extiende en Cal Orck’o, Toro Toro y Lirio mayu y huellas del saurópodo Calorckosauripus lazari, en Toro Toro y Humaca.
También se desmiente la teoría de la existencia de la huella más grande de terópodo en Niñu Mayu, la cual corresponde, según el científico, a un saurópodo y fue mal interpretada.