Luis Oporto: “No existe ninguna posibilidad de que repositorios vuelvan al Ministerio”
Entrevista con el presidente del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia
CORREO DEL SUR conversó con el presidente del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), Luis Oporto Ordóñez, a través de Correo del Sur Radio FM 90.1. En la entrevista se abordaron temas referidos principalmente a la gestión de los repositorios que dependen de la institución.
Al final de esta nota, usted puede acceder al enlace de la entrevista y, haciendo click allí, ver y escuchar a Oporto.
P. ¿Cómo encontró la Fundación y cuáles son sus principales retos?
R. Estamos con un Consejo de Administración que está abocado en este momento a levantar la información sustancial para ver cómo están nuestros cinco repositorios nacionales y cuatro centros culturales. Estamos en plena tarea, evaluando; hay que hacer una evaluación de dos niveles: un nivel normado, y que es la auditoría de confiabilidad y la otra, la sustantiva que se refiere a una evaluación de la gestión cultural que desarrollan estos nueve centros culturales y repositorios nacionales muy importantes de nuestro país.
P. ¿Cuáles son sus principales retos y objetivos para esta gestión?
R. Estamos heredando un POA elaborado el 2020; sin duda alguna, ese programa debe ser reformulado puesto que no contempla varias acciones que tenemos que impulsar precisamente de cara a la pandemia... Se ha convertido en un riesgo real que nos llevó a una cuarentena rígida con lamentables consecuencias el 2020, y pienso que, de acuerdo a lo que señala la sociedad en su conjunto, no queremos repetir nuevamente esa experiencia.
Eso nos obliga a dar un salto cualitativo con los repositorios nacionales y centros culturales para cumplir nuestros objetivos señalados en el gobierno del Estado plurinacional por medio del Ministerio de Culturas y también lo que señala la Constitución Política del Estado, en ese emblemático artículo 99 y el artículo 100, a los que se suman el régimen de competencias exclusivas de los gobiernos subnacionales y, finalmente, cumpliendo estrictamente nuestros estatutos. Sobre la base de esos elementos, vamos a impulsar una iniciativa que hará de la virtualidad la principal herramienta tecnológica para cumplir nuestros objetivos y nuestra misión.
Eso lo vamos a ver precisamente el martes, cuando iniciemos nuestra gestión pública con la reapertura de la casa museo de Fernando Montes (…) Eso en lo inmediato, porque el covid-19 no puede impedir el acceso a la cultura y el derecho de los ciudadanos de acceder a la información (…)
En lo que se refiere ya a la gestión cultural, vamos a diseñar una agenda que nos haga transitar hacia una fecha emblemática de nuestro calendario histórico y que va a ser el norte que guiará la acción de todos los repositorios culturales y centros nacionales, celebrar el bicentenario de creación de Bolivia en esa coyuntura tan álgida de 1825 que permitirá explicar a la población qué implicancia tuvo la creación de una República cuando todos sabemos que en los planes de Simón Bolívar no estaba contemplada esta posibilidad. Tenemos cinco años para poder planificar de manera cuidadosa este gran acontecimiento, y usaremos los recursos que tienen los repositorios nacionales y centros culturales para ir avanzando en este objetivo mayor.
P. En Sucre tenemos dos instituciones consolidadas: la Casa de la Libertad y el ABNB, y otras dos que estaban un poco a la deriva: una de ellas, La Sombrerería, acaba de pasar a la Fundación Cultural y la otra es el Musef. Finalmente, ¿la Fundación va a tomar posesión de La Sombrerería? ¿Cuándo? ¿Dejará de ser, como mucha gente dice, un “elefante blanco” que está paralizado hace varios meses?
R. Antes quisiera mencionar a la Casa de la Libertad. Es importante señalar que el presupuesto de inversión que se aprobó para el 2020, el único trabajo que se desarrolló fue precisamente el de la nueva infraestructura que se le está dotando a Sucre y al país entero. Los otros cuatro proyectos de inversión no se ejecutaron y eso nos obliga a reinscribir ese presupuesto tan significativo que beneficiaba a la Casa Nacional de Moneda.
En segundo lugar, quiero referirme al ente rector de la archivística y la bibliotecología boliviana, que es el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB). Tenemos que dar un salto cualitativo de estas áreas de conocimiento científico. Bolivia ya avanzó de manera sustancial para mostrar la solidez de la archivística en los últimos años; lo reconocen así nuestros pares internacionales, tenemos una presencia significativa en los principales foros internacionales, pero nos hace falta avanzar en un desafío que no podemos dejarlo postergado indefinidamente.
Quiero recordar que en 1989, Gunnar Mendoza logró hacer aprobar tres decretos supremos emblemáticos y que son un referente en la archivística. Uno de ellos, el Decreto 22146, hace que Gunnar Mendoza logre la creación del repositorio intermedio nacional. Si no tenemos un repositorio intermedio, no garantizaremos que la memoria histórica del Estado plurinacional pueda conservarse en su integridad, como señala la ciencia archivística. Y para eso tenemos que impulsar este desafío que ha quedado pendiente, a pesar de los esfuerzos que hicimos desde el llano para impulsar el Sistema Plurinacional de Archivos y Bibliotecas. Hemos impulsado esta necesidad con distintos directores que pasaron fugazmente por el ABNB, pero ese desafío lo vamos a concretar de la manera más óptima posible y en el tiempo más adecuado posible.
La Sombrerería es un proyecto nacional en el que el Estado ha expresado su voluntad para que ese centro se desarrolle. ¿Por qué la Fundación no ha tomado posesión formal y empezado a desarrollar proyectos en este centro tan importante, el mayor en su género en Latinoamérica? Porque hay que cumplir necesariamente el procedimiento establecido para tal fin, no podemos saltar esa fase. En este momento, el asunto está siendo tratado en el nivel que corresponde para definir esos temas pendientes que, básicamente, se refieren a que el Ministerio de Culturas debe entregar a la Fundación cumpliendo los compromisos del decreto.
¿Por qué no se concretó en 2020? Porque la ciudadanía conoce que ese régimen nefasto que tuvimos en el país, y ojalá no se vuelva a repetir, se caracterizó por un desprecio evidente a la cultura, a la educación y se materializó con dos medidas oprobiosas que fueron criticadas dentro y fuera del país. El primero, el cierre del Ministerio de Culturas. Esa medida, afirmando que los recursos destinados a este ministerio y otros dos servirían para combatir la pandemia. La presidenta (Jeanine) Áñez expresó su tristemente célebre frase señalando que hay gastos innecesarios y absurdos creados por el anterior gobierno, haciendo referencia a la importantísima misión de la cultura (…). Esa política de Estado tan lamentable de un gobierno nefasto repercutió también en la propia Fundación del BCB, puesto que no se explica que no se hubiese ejecutado una inversión pública sustancial para el 2020. Estamos esperando que se definan esas obligaciones que debe cumplir necesariamente el Ministerio de Culturas. Al haberse cerrado, no se pudo continuar con acciones administrativas para dejar el proceso debidamente perfeccionado y finalmente la Fundación tenía asignado un monto de recursos financiados por el BCB, pero mientras no tengamos ese traspaso formal de acuerdo a norma, a procedimiento, la Fundación Cultural debe hacer una pequeña pausa hasta que se concrete esa parte administrativa que no está en nuestras manos, está en manos del Ejecutivo y debe negociar con el Legislativo lo que corresponda.
Una vez que se salven esos procedimientos inconclusos, será reponer el Ministerio de Culturas que atiende estos temas y muy pronto tendremos la luz verde que todo el mundo está esperando.
Finalmente, sobre el Musef, debe diseñar un proyecto que es parte de la gestión propia del Museo y presentar un buen proyecto para que la Fundación pueda hacerlo aprobar en la instancia que corresponde en el BCB y en el Ejecutivo.
P. ¿Ya hay una decisión tomada respecto a la Dirección del ABNB, cuyo cargo titular está vacante?
R. La designación o ratificación de los directores de los repositorios y centros culturales está en una fase final de evaluación y muy pronto haremos conocer esas decisiones. Estamos conscientes de la importancia que tiene el ABNB y cada uno de los repositorios que están con interinatos o acéfalos. Ya muy pronto va a existir una decisión formal del Consejo de Administración para que estos repositorios nacionales sean administrados por nuestros jóvenes talentos; convocaremos a los mejores profesionales que puedan impulsar proyectos de desarrollo con un compromiso social con ese titular del patrimonio cultural y documental del Estado plurinacional, que es el pueblo boliviano.
Tiene que existir un compromiso académico, institucional, administrativo desde nuestros repositorios para que ese titular sea el beneficiario de todas las acciones que se desarrollen. Tienen que ser centros accesibles para que las nuevas generaciones, los bachilleres, puedan a través de estos repositorios comprender qué es la identidad (…) tenemos que abrir nuestras puertas para que nuestros museos y repositorios sean invadidos por nuestros jóvenes, para que, a su vez, estos vestigios de patrimonio que tenemos y custodiamos puedan comprender el ser mismo de Bolivia (…)
Queremos dar un mensaje a los gestores culturales, a los que han convertido la creación del Ministerio de Culturas en un objetivo estratégico. Estos centros culturales deben servir para promocionar a estas nuevas generaciones de talento cultural que no tienen la oportunidad de mostrarse en espacios adecuados a la sociedad en general.
P. Tenemos informaciones en sentido de que el Gobierno estaría considerando la posibilidad de que la Fundación pase a depender del Ministerio de Culturas. ¿Cuál es su posición al respecto?
R. Quiero contextualizar. En 1990, una alta misión del Banco Mundial presentó un informe, en ese informe existía una recomendación taxativa que señalaba que Bolivia tiene a su cargo cuatro repositorios nacionales y decía que esa no era una función del Banco Central, por lo tanto, el Banco Mundial recomienda que estos centros sean devueltos al Ministerio de Educación. De inmediato surgió una respuesta desde las bases de la alta cultura. Me refiero a Wilson Mendieta, Casa de la Moneda; Joaquín Gantier, Casa de la Libertad; Gunnar Mendoza, ABNB, y Hugo Daniel Ruiz, director del Musef.
Ante ese inminente retorno al Ministerio de Culturas en que no existían las condiciones mínimas para desarrollarse, se generó la idea de crear una Fundación para sostener a sus principales repositorios culturales, como una muestra de sensibilidad. Y en 1995 se logró aprobar una ley que da certidumbre para los centros que tienen la noble misión ante la sociedad puedan garantizar el legado más invaluable que son su patrimonio cultural y documental. Quiero decir con mucha claridad que ese es un rumor, una idea generada no sé dónde. Para que se devuelva nuevamente los repositorios al Ministerio de Culturas tiene que existir una ley del Estado plurinacional. En este momento, en la agenda legislativa no existe una iniciativa en ese sentido; es más, la Fundación tiene una carta de nacionalidad, cumplimos en 2020 los 25 años de labor. El BCB, cumpliendo la ley de creación, no escatima ningún esfuerzo para dotar del presupuesto suficiente y necesario para garantizar un desarrollo de nuestro legado cultural y documental. No existe ninguna posibilidad de que pueda devolverse al Ministerio de Culturas, que tiene otras funciones importantes como la de diseñar, planificar y definir políticas culturales del Estado plurinacional. Estamos trabajando en estrecha coordinación con el viceministro Cergio Prudencio.
Vea aquí la entrevista: