Un picaflor de la princesa y la medalla de Juana, entre las reliquias de la Virgen de Guadalupe
En su día, detalles poco conocidos de algunas de las joyas que adornan la imagen de la Patrona de Sucre
El padre jesuita Bernardo Gantier S.J. cuenta detalles y algunas historias de las joyas que adornan la imagen de la Virgen de Guadalupe, cuya festividad se recuerda hoy, 8 de septiembre, en Sucre.
“Hay un picaflor que está unido a la imagen de la Virgen con un muelle y, cuando sale en procesión, ese picaflor, que tiene el cuerpo de una perla pero las alas, la cabecita son de brillantes, se mueve como si estuviese volando. Y eso es regalo de la princesa de La Glorieta”, relata el también investigador y presidente de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Sucre.
De Juana Azurduy
Otra de las reliquias que tiene la Virgen fue un obsequio de Juana Azurduy de Padilla, una mujer adusta, según la apreciación de Gantier. “De la medalla que le dieron dijo: ‘Yo no voy a llevar esto, que lleve mi madre, la Virgen’, y ahí está la medalla que le dio el Ejército argentino, que es una cruz celeste y blanca”, detalló.
En un cofre de oro “está la bala que dispararon al presidente Isidoro Belzu cuando sufrió un atentado en el Parque Bolívar. En El Prado, que se llamaba antes, le dispararon y la bala no llegó a entrar más adentro porque un escapulario que tenía él colgado a su cuello, de la Virgen del Carmen, atajó la bala”.
Historia de los dos toros
Resaltan a sus pies las imágenes de dos toros, regalos de los pobladores que se encontraban atemorizados en 1780 cuando caciques indígenas movilizaron a su gente con la amenaza de saquear la ciudad de La Plata.
Según las advertencias, “una vez que maten a los oidores de la Audiencia, iban a tomar chicha en sus calaveras; toda la población se asustó”, comenta, al respecto, Gantier.
Guerra Loma
Con un regimiento de pocos soldados, los hombres se sumaron a una defensiva en lo que ahora se conoce como Guerra Loma.
“Cuando comenzó el combate allá, las mujeres en la ciudad sacaron a la imagen de la Virgen en procesión. En ese momento apareció una mujercita en Guerra Loma con dos toritos, y esos toritos embistieron a la gente de Katari y los dispersaron”, cuenta el sacerdote.
La patrona de Sucre tiene en el pecho un prendedor que fue de Pedro Anzures, marqués de Campo Redondo, y una salamandra de oro entregada por una misteriosa anciana y que hizo par con otra que ya tenía engarzada.
También es notable lo sucedido un 11 de noviembre, día de la entronización de la Virgen. “En medio de la misa mayor, cuando estaban cantando el gloria, hubo un terremoto en la ciudad y, estando la Catedral llenita de gente, empezó a desprenderse el cascote de la bóveda, y se sembró el pánico, escaparon todos. Cayeron algunas piedras, pero nadie se hizo daño”, afirma el padre Gantier.
Estas son solo algunas de las historias que acompañan a la venerada imagen de la Virgen de Guadalupe.