Nico, la gran promesa latina del ajedrez
Entrena actualmente en el “Chess Club Bobby Fischer” de Miami, bajo la guía de maestros internacionales y batiéndose a duelo con campeones mundiales del ajedrez.
Entrena actualmente en el “Chess Club Bobby Fischer” de Miami, bajo la guía de maestros internacionales y batiéndose a duelo con campeones mundiales del ajedrez. Nicolás Ramírez, un niño colombiano de ocho años, lleva la mitad de su vida persiguiendo un sueño que hoy comparte con CORREO DEL SUR.
Su padre Octavio Ramírez, que se refiere con cariño a él como “mi niño”, lo llevó a Estados Unidos hace tres meses. Cuenta que lo hizo “para que suba de nivel, para que se foguee, venza y crezca, que haga torneos y se relacione con ajedrecistas de gran nivel (…). Somos una familia humilde y nuestra familia nos apoyó, hicimos un esfuerzo digno de un nobel de economía para lograr venir”.
Su historia comenzó en la biblioteca de Cali donde le enseñó a Nicolás juegos como el dominó, cartas, naipes, en donde observó que con tan solo cuatro años ya demostraba una habilidad “muy grande” para el ajedrez.
“Lo llevamos a la biblioteca departamental de Cali, allí jugaba con los señores, le decían: el niño genio, y jugaba muy bien o sea tiene el don”, recuerda su padre.
Nicolás es el único hijo de Mónica Villegas (41) y Octavio Ramírez (50), llevan casados 25 años. “Amen a sus hijos con todo el corazón y el alma, apóyenlos en lo que ellos quieran y guíenlos por el buen camino que busquen de Dios y todo vendrá por añadidura”, recomienda a los padres Octavio.
“Mi sueño es ser campeón mundial de ajedrez”, sostiene con certeza Nico, que a su corta edad planea que, tras lograr ese objetivo, dedicará su vida a formarse como químico o científico.
Consultado sobre el motivo por el que eligió este juego responde: “Uno tiene que tomar muchas decisiones en el ajedrez y en la vida también hay que tomar decisiones (…), no solo a los niños que están iniciando el ajedrez a todos les digo sigan adelante, luchen por sus sueños y no se rindan”.