La Batalla de Suipacha, el inicio de la Independencia de Bolivia
Este 7 de noviembre se cumplen 214 años de la “Primera Victoria Patriota” para apoyar la Independencia de la Argentina y del Alto Perú, hoy Bolivia.
La Región de los Chichas en la Guerra por la Independencia, 1810-1825, fue el escenario donde se produjeron hechos gloriosos para la historia de Bolivia y América, mereciendo mención especial la “Gloriosa Batalla de Suipacha” un 7 de Noviembre de 1810 que significó la “Primera Victoria Patriota” para apoyar la Independencia de la Argentina y del Alto Perú, hoy Bolivia.
El contexto previo es que la Junta de Buenos Aires proclama la libertad de las Provincias Unidas del Virreinato de La Plata el 25 de Mayo de 1810 y decide enviar un Primer Ejército Auxiliar rumbo al Alto Perú, territorio que consideraba le pertenecía legalmente. El motivo de este auxilio era para la Junta, consolidar su libertad y brindar al mismo tiempo un eficiente apoyo a los hechos revolucionarios contra los realistas ocurridos en la Audiencia de Charcas o el Alto Perú. Este hecho de la Junta, a los años es formalizado como parte de la Independencia Argentina.
El ejército patriota estuvo dirigido por el Dr. Juan José Castelli representante Político de la Junta que no alcanza a estar en Suipacha, y en su marcha principal por el Coronel Antonio Gonzales Balcarce que para el triunfo de Suipacha es apoyado por el montonero salteño Martín Güemes, el jefe tarijeño José Antonio Larrea y el guerrillero Pedro Arraya comandante de la Caballería Chicheña. Por su parte, las fuerzas realistas estuvieron dirigidas por altos jefes militares, siendo el principal actor el Coronel José de Córdova en calidad de Jefe del Estado Mayor del Ejército Realista que se compromete directamente en todo el contexto y resultado de la Batalla de Suipacha.
En forma previa a Suipacha, el 27 de Octubre se produce la Batalla de Cotagaita, donde Córdova bien parapetado en este pueblo rechaza enérgicamente un ataque frontal de Balcarce que es obligado a emprender una precipitada retirada que es perseguida por los realistas que no logran alcanzar y aniquilar a los patriotas, gracias la acción tipo guerrillas que emplean Güemes, Larrea y otros caudillos que protegen la retirada evitando la derrota y desbande de los patriotas.
Balcarce, para alcanzar sus objetivos de eludir la persecución, así como lograr ubicar un lugar estratégico para un futuro combate, retrocede de Tupiza hacia el Sud hasta tomar posesión del pueblo de Nazareno ubicado a unos 20 Km. de Tupiza. Al frente de Nazareno pasando el río San Juan del Oro, se encuentra la localidad de Suipacha, donde logra concentrar su ejército el jefe realista Córdova. La aplastante derrota sufrida por los realistas en Suipacha en su proceso es conocida por la historia, pero su relación completa descuida hacer conocer sus consecuencias o sus resultados trascendentes positivos.
Consecuencias positivas del triunfo de Suipacha
Castelli que no estuvo en Suipacha encontrándose en Yavi, el 8 de Noviembre recibe un parte de Balcarce, cuyo tenor informa a la Junta de Buenos Aires en forma escueta sobre el “resultado feliz” de los sucesos en Suipacha haciendo mención especial a las tropas lugareñas, además informa que dará aviso a otras ciudades para que celebren el triunfo de la Patria. El 10 de Noviembre, Castelli envía a la Junta otro oficio ampliado sobre el accionar de los jefes y soldados haciendo mención sólo a Balcarce e implícitamente a los mandos de la Caballería Chicheña. Omite el comportamiento destacado de otros héroes como Martín Miguel de Güemes, José Antonio Larrea, Pedro Antonio Flores. Por sus informes interesados, Castelli fue duramente criticado por no haber hecho conocer sobre los principales patriotas en Suipacha.
La Junta de Buenos Aires en conocimiento del resultado feliz de la batalla, en virtud a los servicios, fervor patriótico y heroísmo prestado por los combatientes, decide premiarlos por Decreto de 28 de Noviembre de 1810, con ascensos militares, sueldos vitalicios para los oficiales; vestuario, gratificaciones extraordinarias para sargentos, cabos y soldados; otros premios. Además, como premio especial la Junta les faculta a que usen en el brazo derecho un Escudo con la inscripción: “La Patria a los Vencedores de Tupiza”, por ser Tupiza el centro operativo y cuartel general donde se asentaron las fuerzas patriotas.
También en la Argentina se encuentra registrada una “Medalla” dedicada a los “Nativos Agregados o Indígenas en la Batalla” bajo la siguiente leyenda: “La Patria Reconocida a sus Naturales Hijos”, medalla acuñada que se encuentra en la Casa de la Moneda de Potosí. Sería tal vez, el único bien material histórico que reconoce lo que valieron los nativos como símbolo de pueblo, raza, heroísmo y sacrificio durante tantos años que duró la Independencia.
Un juicio importante sobre la magnitud del triunfo de Suipacha expresado el 8 de Noviembre por el propio jefe español derrotado, Coronel José Córdova y Roxas, a través de una nota a Balcarce le dice: ”La victoria de Suipacha, que vuestra señoría ha conseguido ayer, es más completa que lo que le pareció, pues sólo ella ha decidido la suerte del Alto Perú, correspondiente al virreinato de Buenos Aires”. Por su parte el General José Manuel Goyeneche, máximo jefe realista al poco tiempo de Suipacha expresa su criterio sobre la batalla y dice: “La acción de Suipacha ha dejado las puertas del Perú abiertas para la perdición de todo el reino”.
A partir de Suipacha, las diferentes regiones del Alto Perú van configurando su futuro destino político. Potosí ante la noticia de Suipacha se pronuncia por la libertad el 10 de Noviembre de 1810 derrocando a las autoridades españolas y creando una Junta Patriótica; Chuquisaca el 12 del mismo mes mediante un Cabildo Abierto desconoce el poder español y se pone a órdenes de la Junta de Buenos Aires; Cochabamba dicta una ordenanza pública en celebración de la victoria y Esteban Arce el 14 de Noviembre a su ejemplo consigue derrotar a los realista en los campos de Aroma; sigue La Paz el 19 de Noviembre que en un cabildo se pronuncia en favor de Buenos Aires; Oruro se revela y reconoce la autoridad de la Junta de Buenos Aires. De esta manera la autoridad de la Junta de Buenos Aires se consolida en todo el Alto Perú.
Al poco tiempo de Suipacha, avanzadas patriotas encuentran y proceden al arresto de los principales jefes realistas que habían estado comprometidos con el combate. Caen presos el Intendente de Potosí Don Paula Sanz; General Vicente Nieto Presidente de la Audiencia de Charcas; Coronel José de Córdova Jefe del Estado Mayor Realista. Castelli dispone que sean internados en la Casa de la Moneda de Potosí ordenando también la pena capital para los prisioneros. Sentencia que es cumplida en la plaza principal de Potosí el 15 de Diciembre de 1810.
Las consecuencias militares, es que no obstante el poderío militar del ejército realista, éste fue vencido por líderes y nativos patriotas improvisados en el arte de la guerra quienes a partir de Suipacha se refuerzan actuando con más coraje y confianza en la causa emancipadora. El ejército realista queda en total desconcierto que agobiado por la derrota de sus armas no les queda otra alternativa a sus jefes de tomar la decisión de ordenar a sus seguidores de que se salven como puedan. Otros oficiales y soldados abatidos moralmente ven como alternativa alistarse bajo las banderas de la libertad y se pasan al ejército patriota.
El mejor mérito político de Suipacha, es que permitió desalojar el poder español que desde el Alto Perú amenazaba la integridad territorial de las Provincias de La Plata y su Independencia, logrando expulsar a los realistas hasta más allá del río Desaguadero donde se parapetaron. Quedando en consecuencia, libre el camino para que el Virreinato de La Plata busque un mejor destino. Por otra parte, representó para la Argentina tener sus espaldas protegidas de la amenaza realista por la acción de “guerrillas” que se produjo después en el Alto Perú, por esta acción les era imposible a los españoles pensar en invadir a la Argentina.
Por su parte en la Argentina Buenos Aires, luego de recibir la bandera conquistada a los realistas en Suipacha, su presidente Cornelio Saavedra en un acto público agitando la bandera y con hondo civismo informa sobre la primera victoria, en respuesta con excitado patriotismo se escuchan miles de aplausos y vítores de parte de los asistentes. Uruguay que se había levantado en armas contra los españoles, motivado por el triunfo de Suipacha consigue la exitosa victoria de “Las Piedras” el 18 de Mayo de 1811 a la cabeza del General José Artigas que en correspondencia a Suipacha declara “Ahora la batalla de Suipacha tiene una hermana en la batalla de Las Piedras”.
El estudioso Daniel Bernardo Oropeza en un artículo moderno titulado “Suipacha, Primera Gran Victoria Ganada por los Ejércitos Patriotas en Nuestro Proceso de Independencia”, haciendo referencias especialmente a las consecuencias económicas de la batalla escribe: “Con la victoria de Suipacha las riquezas de Potosí y las más importantes instituciones económica del Virreinato del Río de la Plata como ser su Casa de Moneda, las Cajas Reales, el Banco de Rescates de San Carlos, la Real Aduana y los ingenios de moler metales quedaban a merced de la revolución de Buenos Aires para financiar los gastos de la guerra y la conformación de una entidad política independiente como fue Las Provincias Unidas del Río de la Plata”.
Después de Suipacha, la Región de los Chichas pasa a constituirse en el “epicentro” del accionar de las fuerzas patriotas y de posteriores ejércitos argentinos para defender la causa de la revolución, así como también se convierte en el escenario de innumerables tropas realistas que en su afán de pretender invadir las provincias de del Río de La Plata, recorren Chichas de Norte a Sud o viceversa. Ese 7 de Noviembre ha quedado en la memoria histórica de los Chichas, como una fecha solemne de recordación y motivo de orgullo regional que se lo evoca con hondo fervor patriótico haciendo mención especial al guerrillero chicheño Pedro Arraya y la intervención decisiva de la Caballería Chicheña.
Hoy en día como reminiscencia de esta batalla en Bolivia, Argentina y Chichas se levantan diversas obras arquitectónicas en su homenaje. El Himno Nacional Argentino nombra a Suipacha como una celebridad argentina junto a otras famosas batallas. También el ejército Argentino tiene Marchas Militares compuestas en honor a Suipacha utilizadas en desfiles. Muchos centros culturales y museos en América, guardan celosamente testimonios escritos y bienes materiales que evocan aquel acontecimiento latinoamericano. A través de cintas cinematográficas filmadas en el mismo lugar, se ilustra al público sobre el proceso y resultado que siguió la batalla.
La localidad de Suipacha, escenario del acto final de la batalla a partir de ese 7 de Noviembre, paso al recuerdo y a la memoria como un Poblado Histórico, cuyo valor en Bolivia ha sido reconocido a través de dos leyes declarativas que dicen: “Suipacha Santuario Cívico Nacional” por Ley Nº 419 de 31 de Octubre 1968 y “Suipacha Patrimonio Histórico Republicano” Ley Nº 1805, 17 de Noviembre 1997. Cada 7 de Noviembre, esta localidad es motivo de una gran concentración cívica, siendo visitada por prominentes instituciones y personalidades regionales, así como llegadas de la Argentina y Bolivia.
La historia recoge que así fueron las consecuencias principales de la acción de Suipacha, que significó el “Primer Triunfo Patriota y Donde Empezó la Independencia de Bolivia. Transcurridos casi 15 años, ocurrió en los Chichas otro hecho sorprendente la “Batalla de Tumusla” el 1 de Abril de 1825, oportunidad en que el Coronel chicheño Carlos Medinaceli consigue la “última victoria” por la emancipación del Alto Perú. De manera que es en Chichas donde se inicia y termina la lucha armada por la Independencia de Bolivia.