Once muertes en el Everest en lo que va del año
Ante la alta demanda de aficionados se genera una peligrosa aglomeración
La reticencia de Nepal a limitar el número de permisos para subir al monte Everest genera una constante y peligrosa aglomeración que en los últimos años contribuyó a un elevado número de decesos, opinan experimentados montañeros.
En lo que va de este año, once personas fallecieron en la montaña, la mayor cifra desde 2015. El gobierno nepalí emitió también el mayor número de permisos de la historia, 381.
La mayor parte de las muertes fueron atribuidas al mal de altura.
Aunque subir al Everest era accesible solo a una élite de montañeros adinerados, la creciente demanda rebajó el costo de una expedición, abriendo la expedición a aficionados y aventureros. Quienes quieren coronar la cumbre más alta del mundo deben presentar un certificado médico que acredite que están bien físicamente, pero no se les exige demostrar su resistencia a alturas extremas. Los riesgos están latentes.