Indomable

Barcelona jugará en Berlín el 6 de junio su octava final de la Liga de Campeones, al eliminar al Bayern de Múnich en el Allianz Arena gracias a una gran actuación del brasileño Neymar, que marcó dos tantos, y a un soberbio partido del portero alemán Marc-André Ter Stegen.

A pesar de perder el partido por 3-2, la ventaja de la ida (3-0) fue más que suficiente para un Barça al que se le complicó el partido cuando el Bayern se adelantó (1-0), pero acabó siendo letal con su nueva arma, el contragolpe, con la cual puso un 1-2 en el tanteador y neutralizó el choque hasta que finalizó la primera parte.

El Bayern jugó su carta desde el arranque, haciendo que el balón no se enmarañase en el centro del campo para llevarlo con velocidad por las bandas, desde donde los laterales azulgranas tuvieron mucho trabajo.

Al minuto siete, tras un lanzamiento de esquina, Madhi Benatia conectó un preciso cabezazo que se fue al palo derecho de Ter Stegen, que no pudo impedir el tanto (1-0).

Barcelona optó por el lanzamiento de balones largos para atacar los espacios y romper la defensa local. Así, al cuarto de hora, un balón en profundidad de Messi a Suárez, permitió que el uruguayo habilitase a Neymar para igualar el partido (1-1).

El empate empeoró las cosas para el Bayern, que a los 29’ nada pudo hacer en otro contragolpe en el que Luis Suárez cabalgó en solitario y, cuando se le echó un rival encima, volvió a tirar el balón a la izquierda, donde Neymar repitió el acierto (1-2).

El jarro de agua fría cayó sobre el césped y en el graderío, que dio entonces por perdida la eliminatoria, a pesar de que la meta de Ter Stegen no descansó debido a que estaba dispuesto a firmar una noche de gloria despejando los ataques locales.

En la segunda parte, el equipo alemán salió a mover el balón, a no precipitarse y evitar que el Barça hiciese aún más daño con algún contragolpe.

A pesar de que el partido cayó en un tono espeso, en el que parecía que los dos equipos daban por buena la eliminatoria, a los 29’ un balón en la frontal cayó en los pies de Lewandowski, que recortó bien a Mascherano y, con un fuerte disparo, empató el partido (2-2).

El Barcelona renunció a sus esencias, a intentar maniatar el balón, y a pesar de que en alguna fase realizó un buen control sin profundidad, no pasó por muchos apuros hasta que en otro latigazo, en el minuto 74, Muller se encontró un balón bien movido en la frontal y deshizo la igualdad desde fuera del área (3-2).

La falta de intensidad llevó al Barça a vivir un tenso cuarto de hora final que llevó a Luis Enrique a sacar a Xavi para frenar el partido. Y lo logró. El tiempo se echó encima del Bayern y fue entonces cuando el Barça masticó los minutos a su gusto.

El conjunto azulgrana ahora espera su rival, que será definido hoy en el Santiago Bernabeú entre Real Madrid y Juventus.

OTRA SEMIFINAL

Real Madrid busca una remontada europea que hace años no consigue en un partido (14:45 HB) por la presencia en la gran final de Berlín con un Juventus en mejor momento físico y anímico tras el 2-1 de la ida.

La mala imagen dejada en la ida por el Real Madrid tiene solución gracias al tanto a domicilio de Ronaldo. El equipo de Carlo Ancelotti tiene que marcar y vencer en el estadio Santiago Bernabéu para alcanzar una nueva cita con la historia en Berlín, donde espera su clásico rival, Barcelona.

Juventus jugará hoy con más respeto del mundo del fútbol, tras demostrar que todo es posible en la eliminatoria; además, contará con el regreso de su líder, Paul Pogba, recuperado de su lesión.