Tigres y River dejan todo para la revancha
El Tigres mexicano cedió ayer en casa un empate sin goles al River Plate argentino en la ida de la final de la Copa Libertadores
El Tigres mexicano cedió ayer en casa un empate sin goles al River Plate argentino en la ida de la final de la Copa Libertadores, que se definirá, sin favoritismos marcados, el 5 de agosto en el estadio Monumental, de Buenos Aires.
La falta de goles maquilló la realidad de un partido muy disputado frente a ambas porterías. Tigres falló en sus mejores oportunidades, como la del final Jürgen Damm solo frente a Marcelo Barovero.
River tuvo momentos buenos en los dos tiempos y como hecho meritorio tuvo su planteamiento táctico para cortar los circuitos entre el brasileño Rafael Sobis y el francés Andre Gignac con el argentino Damián Álvarez y Damm.
La determinación de River y la decisión del Tigres se notaron desde el inicio del partido, que se saldó en un primer tiempo con una dura disputa por el centro del campo.
River fue más y lo demostró cuando tuvo un par de balones parados que pusieron a trabajar al guardameta Nahuel Guzmán, quien además les apagó el intento de Maidana, al rematar un tiro de esquina que cayó en terreno dividido.
El panorama se les oscureció al 17’ cuando Funes Mori estuvo cerca de marcar en propia meta al pretender cortar un centro que rebanó y el balón salió directo al larguero.
Un remate de cabeza de Rafael Sobis directo a las manos del portero de River y un disparo sin rumbo y elevado de Gignac al 23’ fueron lo mejor que ofreció Tigres en los primeros 45 minutos.
La pausa decretada por el árbitro al 25’ para que los jugadores se refrescaran ante las altas temperaturas registradas en Monterrey, cercanas a los 30 grados centígrados y la lesión del mexicano Hugo Ayala al 40’, cuando salió desde el banco, marcaron el primer tiempo.
Damm falló la oportunidad más clara a cinco minutos del final cuando recibió un pase de Sobis que lo dejó solo ante el portero, pero exageró en el número de toques y cuando sacó su disparo ya estaba poblada el área de defensas rivales.
El empate dejó la moneda en el aire, aunque los argentinos podrán conmemorar el hecho de jugar el partido decisivo en su ambiente y ante sus parciales.