Aurora, otro equipo boliviano en las cuerdas
Aurora perdió anoche ante Sportivo Luqueño de Paraguay por 2 goles a 1
El arquero colombiano de Aurora, Wanerge Delgado, anotó un gol en propia puerta al filo del primer tiempo. Aurora perdió anoche ante Sportivo Luqueño de Paraguay por 2 goles a 1, durante el partido de ida jugado en el estadio Félix Capriles de Cochabamba por la Copa Sudamericana 2015.
Los goles fueron anotados por el portero Wanerge Delgado en contra cuando expiraba el primer tiempo (45’), mientras que la temporal igualdad fue conseguida por Rodrigo Borda mediante un certero golpe de cabeza a los 51 minutos. Definió el resultado a favor del equipo paraguayo José Leguizamón de tiro penal a los 75’ de la segunda parte.
Aurora corrió con el mismo destino que los otros planteles bolivianos, Bolívar, Real Potosí y Oriente Petrolero, que jugaron en esta semana sus partidos de ida de la Copa Sudamericana siendo derrotados y quedando con menores posibilidades de llegar a la siguiente ronda por las goleadas con un promedio de tres goles en contra, una tarea difícil de resolver.
Este compromiso estaba marchando por una línea regular en la primera etapa, pero en tiempo reglamentario el gol de la apertura llegó a los 47’, cuando en su intento por descolgar un centro la pelota se escurrió de las manos del arquero Wanerger Delgado estando de frente a la línea de gol (0-1).
En el complemento, el Equipo de Pueblo ya no quería desaprovechar las ocasiones de gol como ocurrió en el primer tiempo.
La paridad fue anotada cinco minutos después del inicio del complemento con un golpe de cabeza de Rodrigo Borda ante un centro cruzado dentro del área chica (1-1).
Este gol motivó a Aurora a buscar el gol del desnivel, pero sufrió un revés. El árbitro Jorge Osorio, de Chile, cobró un penal a favor de los paraguayos. José Leguizamón, a los 75’, convirtió el 1-2 desde los 12 pasos.
Después del tanto, el plantel boliviano perdió la idea de juego y algunas de sus figuras desaparecieron, una ausencia que se sintió y dejó un vacío que no fue llenado, dejando al conjunto celeste sin horizonte, siendo consumido por el tiempo y por los nervios.