Poker de goles
FÚTBOL Ronaldo respondió a las críticas de su afición con cuatro goles en el triunfo del Real Madrid
Cristiano Ronaldo ejerció de líder para responder a los silbidos de su afición con cuatro goles en 26 minutos, castigar el atrevimiento del Celta y conducir una goleada del Real Madrid (7-1) en la Liga española.
Una tarde que pudo torcerse acabó convirtiéndose en el mejor impulso posible para el Real Madrid antes de la visita del Roma y el regreso a la única competición que puede conquistar para salvar su temporada: la Liga de Campeones.
El equipo de Zinedine Zidane comenzó con un juego estático, en el que sólo los impulsos de voluntad de los canteranos Lucas Vázquez y Borja Mayoral le despertaron del letargo ante un Celta que arrancó mejor con Pablo Hernández, Orellana y Nolito.
La voluntad no faltó en Cristiano Ronaldo. Su primer tiro a puerta lo detuvo a los 20 minutos el arquero Rubén, que luego también impidió el gol de Isco. Pero nada pudo hacer ante un cabezazo de Pepe a los 41 minutos, tras un perfecto saque de esquina de Isco (1-0).
En la segunda parte, se escucharon silbidos a Cristiano y la respuesta fue contundente: una espectacular “folha seca” con la pierna derecha marcó el segundo. Y el tercero, con un tiro de falta para sentenciar el partido (3-0).
La velocidad, la entrega, la lucha en cada balón pasaron a ser la característica del juego del Real Madrid. Los futbolistas blancos se quitaron la presión y comenzaron a disfrutar con el marcador a favor.
El tanto del honor vigués llegó en un exceso de confianza de la zaga madridista. Un balón largo sorprendió a Ramos y Pepe, sin tomar la marca de Iago Aspas, que definió a la perfección (3-1).
Reapareció Gareth Bale, pegado a su banda izquierda, donde más daño hace, mientras que Cristiano disfrutó de “9” y así marcó su tercer tanto personal (4-1)
Luego de un córner bien ejecutado, Cristiano marcó su cuarto (5-1). Y nada más sacar del mediocampo el Celta, Jesé robó el balón, desbordó y anotó (6-1).
El fin de la fiesta de goles lo firmó Bale, con un zurdazo cruzado (7-1). El triunfo sirve al Real Madrid para llegar con un nuevo impulso anímico a la competición que separa el éxito del fracaso.