Brasil recibe el fuego olímpico en medio de crisis
jjoo Se respira un clima olímpico tibio en Brasilia por las protestas
La llama que presidirá los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro llegó ayer a Brasil, el país que en 93 días acogerá el mayor evento deportivo del mundo y que por primera vez será realizado en Sudamérica desde el próximo 5 de agosto.
La antorcha olímpica llegó ayer a Brasilia, la capital del país y epicentro de la grave crisis política que vive el gigante latinoamericano.
Tras su llegada al aeropuerto, el símbolo olímpico fue trasladado hasta el palacio presidencial de Planalto, donde la mandataria Dilma Rousseff afirmó que Brasil organizará “los mejores Juegos Olímpicos de la historia”, pese a la crisis.
En un breve discurso, Rousseff hizo una alusión indirecta a la grave crisis política que sufre su Gobierno, aunque sin citar en forma clara la posibilidad de que se vea obligada a separarse del cargo la semana próxima si el Senado da luz verde a un juicio político con fines destituyentes.
Luego, la Mandataria entregó la antorcha a la ex jugadora de voleibol Fabiana Claudino, campeona en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, que fue la primera portadora de una llama perseguida por los manifestantes.
Al grito de “No pasarán” y “No va a haber golpe”, y mezclado entre cientos de personas, un grupo acompañó la llama por la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida que reúne los principales edificios del poder público brasileño, incluido el Senado.
Tras recorrer esta avenida, las protestas cesaron y la antorcha pasó por los monumentos arquitectónicos más emblemáticos de Brasilia y descendió desde un helicóptero hasta el estadio Mane Garrincha, escenario de la inauguración del Mundial 2014.
Desde el cielo, un bombero bajó la llama haciendo rapel y se la entregó al ex capitán de la selección brasileña de fútbol Lucio, quien recorrió el césped del fortín futbolístico rodeado de un centenar de niños que portaban las banderas de muchos de los países participantes del evento deportivo.
Entre esas banderas no estaba la de Siria, pero Hanan Daqqah, una refugiada de 12 años que llegó a Brasil el año pasado con su familia huyendo de la guerra, puso a su país en el mapa de los Juegos Olímpicos al portar durante 200 metros la antorcha que presidirá la cita de Río de Janeiro.
Luego de su paso por Brasilia, la antorcha comenzará su recorrido por otras 329 ciudades de todo el territorio nacional hasta llegar al mítico estadio de Maracaná el 5 de agosto, cuando se inaugurarán los Juegos de Río 2016.