Por la undécima

FÚTBOL Real irá por su undécimo título de la “Champions” en un derbi de Madrid ante el Atlético

El jugador galés del Real Madrid, Gareth Bale, celebra el gol que dio la clasificación a la final de la Liga de Campeone El jugador galés del Real Madrid, Gareth Bale, celebra el gol que dio la clasificación a la final de la Liga de Campeone

Madrid / EFE
Deporte / 05/05/2016 05:49

El Real Madrid disputará la final de Milán, el epílogo del camino en busca de su undécima Copa de Europa, en la reedición dos años después de la final española de Lisboa ante el Atlético de Madrid, tras deshacerse del Manchester City en un duelo de suspenso, con un tanto repleto de fortuna de Gareth Bale (1-0).

El cuadro blanco regresa a una final de Liga de Campeones, la decimocuarta que disputará, tras una duelo de poco fútbol y mucha lucha en el estadio Santiago Bernabéu, con mayor dosis de sufrimiento por el excesivo respeto a un Manchester City al que pudo noquear en el primer acto y dio esperanzas hasta el último suspiro.

El respeto marcó el duelo del Bernabéu. La peligrosidad del empate sin goles de la ida era un arma de doble filo. El City jugó al ritmo cansino de Yaya Touré y además perdió a Kompany por lesión al iniciar el duelo.

El Real Madrid encontró en su camino la fortuna necesaria para el éxito y de la nada fabricó el gol que rompió la eliminatoria. Bale remató desde el costado derecho y Fernando desvió el balón hacia la escuadra de Joe Hart (1-0). Su estreno goleador en la presente edición de “Champions” no pudo tener mejor día reservado.

Los intentos de levantarse de la lona del City eran en vano, mientras que al Real Madrid le bastó con que Keylor Navas, sin ningún tanto encajado en la competición en el Bernabéu, siguiera siendo un espectador más.

En la segunda parte, Zinedine Zidane se amparó en mantener la fortaleza defensiva y en la velocidad de su tridente ofensivo. Entregando el balón a su rival, el Real Madrid encontró una forma de hacer daño pero perdonó las ocasiones de sentenciar.

No hubo más acciones de peligro de un Real Madrid que sudó hasta el último segundo. Sin excesivos apuros, pero con el miedo en el cuerpo y el silencio en la grada cuando De Bruyne chutó al lateral de la red o cuando Agüero rozó el travesaño en su única acción de peligro.

No hubo tiempo para más. Zidane cumplió el objetivo marcado. La undécima Copa de Europa o la “vendetta” rojiblanca se definirá en Milán, el próximo 28 de mayo, en una final que refleja el dominio español en Europa.

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