Rompe el maleficio

Alemania, tras una agónica tanda de 18 penales (6-5), acabó con la maldición frente a Italia, ganó su primer partido oficial y jugará la semifinal, el 7 de julio, en Marsella, contra el ganador del Francia-Islandia.

La tanda de penales reflejó un encuentro con mucha más tensión que acierto. Al final, lo resolvió Manuel Neuer, que detuvo el penal de Matteo Darmian y Hector Jonas, que marcó el decisivo.

Hasta ese momento, estos cuartos de final con sabor a partido grande defraudaron porque, temerosa de la historia Alemania, que nunca le ganó a los “azurri” en competición oficial, y respetuosa de los galones del campeón del mundo Italia, los dos gigantes europeos tomaron excesivas precauciones.
Alemania no fue reconocible, tuvo el balón pero no combinó. Italia sí, trató de ejercer la misma presión alta que ahogó a España, pero sobre todo, quiso reducir al máximo los errores. Entre las dos, ofrecieron un pobre espectáculo.

Tras el descanso, quiso Alemania ir a por el partido, subió líneas y comenzó a meter a Italia en su campo. Mesut Özil no falló para abrir el marcador a los 65’ (1-0).

Dejó con vida Alemania a Italia y ésta se encontró con el empate casi de casualidad, por un inocente penal de Boateng, que en pugna con Giorgio Chellini en su área, saltó con los brazos en alto y rechazó la pelota con el antebrazo. El penal lo ejecutó Bonucci para cambiar el ánimo de la eliminatoria (m.78).

La inacabable tanda de penales, donde les temblaron las piernas a casi todos, al final la decidió Neuer con su parada y un último acierto de un defensa el joven Jonas Hector, que acabó con la racha italiana y envió a Alemania a Marsella, a luchar por un puesto en la final.