Kenia bajo la lupa
TIENEN EN RÍO SU OPORTUNIDAD DE DEMOSTRAR QUE ESTÁN LEJOS DEL DOPAJE
De pequeños tenían que andar varios kilómetros a diario para poder ir a clase; a veces, incluso descalzos. Estos largos recorridos a pie por caminos de tierra fortalecieron sus músculos de manera distinta y, quizás por eso, de mayores se convirtieron en los reyes de la larga distancia.
En los Juegos Olímpicos de Río, todas las quinielas apuestan a los fondistas kenianos, quienes lideraron por primera vez el medallero de los últimos Mundiales de Pekín.
Unos triunfos que, sin embargo, estuvieron manchados por la suspensión por dopaje de dos de sus velocistas, Koki Manunga y Joyce Zakary. Por eso, el hasta ahora incuestionable poderío de los corredores kenianos será vigilado bajo lupa para garantizar una competición “limpia” de positivos.
Durante años, muchos se preguntaron cuál era el secreto de los corredores nacidos en Kenia. Incluso algunos llegaron a atribuirles una supuesta superioridad genética contra la que el resto de corredores son incapaces de competir.
Pero lejos de estas teorías genéticas, parece que la respuesta es mucho más sencilla: las circunstancias geográficas, sociales y económicas de Kenia son las que forman a estos talentosos corredores.
Así lo revela el ex campeón de Europa de 1.500, el español Arturo Casado, que visitó y entrenó en la localidad keniana de Eldoret –de cuya región proceden la mayoría de los mejores fondistas del mundo– para elaborar su tesis doctoral en la que compara a los corredores kenianos y españoles de alto rendimiento.
“Muchos kenianos, desde los cuatro a los 14 años realizan una media de diez kilómetros diarios para ir al colegio. Más lo que luego puedan correr mientras juegan”, explica el atleta español.
Otro de los secretos de su éxito es que, muchas veces, su única salida para ganarse la vida es convertirse en un atleta de élite. Sin embargo, la reputación con la que cuentan estos atletas se ha visto salpicada por los últimos escándalos de dopaje que involucran a entrenadores, corredores e incluso a la propia Federación de Atletismo de Kenia.
En los últimos años, Kenia, la primera potencia de fondo en el atletismo mundial, ha registrado más de 40 positivos en controles de dopaje. Por eso, la Agencia Mundial Antidopaje exigió recientemente a las autoridades la aprobación de una ley antidopaje.
Kenia la aprobó y sus atletas estarán en Río, donde tendrán la oportunidad de revalidar su superioridad y demostrar que estos escándalos son sólo casos aislados.
"Muchos de ellos ni tienen entrenador, aunque sí un representante. Realizan entrenamientos muy simples. Yo me metí en uno de esos grupos sin entrenador y me acogieron con los brazos abiertos”.
Arturo Casado
Ex atleta español
Sus ventajas
Aunque no hay ninguna base científica que pruebe que los kenianos son genéticamente superiores, existen muchos factores socioculturales que les benefician para ser los mejores corredores del mundo.
EL DATO
Pruebas de fondo
Incursión
Los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 contemplaron la irrupción de Kenia en las pruebas de medio fondo; después, el país africano comenzó a inscribir más atletas en las siguientes ediciones.
1 SU NIÑEZ
Su infancia, durante la que juegan, corren y realizan largos recorridos a pie por caminos casi intransitables, les permite tener una musculatura envidiable.
2 ALTA RESISTENCIA
Gastan menos oxígeno: con la misma cantidad los kenianos pueden correr un 10% más de distancia que los corredores europeos porque lo consumen más lentamente; son más ligeros y su relación estatura-peso es más favorable.
3 LA RESPIRACIÓN
Los corredores kenianos también cuentan con una gran ventaja a nivel respiratorio porque han crecido a una gran altitud. En Eldoret, por ejemplo, entrenan a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar.
4 LA ALTURA
La superficie en la que viven los kenianos provoca que el feto del bebé esté más protegido y, por tanto, le llegue más sangre a la arteria uterina, lo que redunda, a la larga, en una mayor capacidad cardiopulmonar.
5 MOTIVACIÓN PROFESIONAL
En muchos lugares de África en general y de Kenia, en particular, la única salida profesional que hay es la de ser un atleta de élite y ganarse el pan con ello.