Nadadores siguen en la mira
La disparatada farsa de un asalto inventado por nadadores estadounidenses en los Juegos no acabó con el regreso de los cuatro deportistas a su país y aún se ventilará en la justicia brasileña.
La disparatada farsa de un asalto inventado por nadadores estadounidenses en los Juegos no acabó con el regreso de los cuatro deportistas a su país y aún se ventilará en la justicia brasileña.
La “mentira olímpica” involucró al laureado Ryan Lochte y a sus compañeros Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigen, quienes están ya de regreso en EE. UU. pero aún pueden enfrentarse a cargos por “falsa comunicación de crimen” ante la justicia brasileña.
Bentz, Conger y Feigen confesaron que el 12 veces medallista olímpico Lochte inventó la mentira del supuesto asalto a mano armada sufrido por el grupo.
La farsa cobró dimensiones mayores sobre todo por el hecho de que Lochte llegó a decir que habían sido asaltados por personas que vestían uniformes de la policía.
La investigación, sin embargo, comprobó que los nadadores fueron a una fiesta acompañados por tres mujeres y que, cuando regresaban a la Villa Olímpica, pararon en una gasolinera, causaron destrozos y se enfrentaron con los empleados y los guardias de seguridad.