Jorge Luis Blancourt
En las pocas oportunidades que Jorge Luis Blancourt salió al exterior no defraudó. Su segundo puesto alcanzado en la última prueba latinoamericana de bicicross le impulsa al profesionalismo y a seguir dando alegrías...
En las pocas oportunidades que Jorge Luis Blancourt salió al exterior no defraudó. Su segundo puesto alcanzado en la última prueba latinoamericana de bicicross le impulsa al profesionalismo y a seguir dando alegrías al país.
Mientras acomoda sus trofeos y su indumentaria para tomarse la fotografía que acompaña esta entrevista, el pedalista chuquisaqueño comenta tímidamente sobre el poco respaldo que recibe esta disciplina. Admite no contar con un entrenador personal en Sucre, donde también debe adecuarse a la pista de Garcilazo.
Fue precisamente ese circuito, a poca distancia de su casa, donde dio sus primeros pasos en el BMX. “Era un lanzado en la bicicleta”, recuerda.
Desde los tres años, como la mayoría de los niños, tomó el mando de la bicicleta y a sus diez, se atrevió a realizar más de una acrobacia, y pese a todavía no contar con el equipo óptimo, ocupó un tercer lugar en un torneo intercolegial, logro suficiente para dedicarse de lleno al bicicross.
LEVANTARSE Y SEGUIR
Pero el camino nunca fue fácil. “Hubo muchas caídas y varios huesos rotos”, comenta Blancourt para luego dar paso a una de sus grandes anécdotas: “La mejor fue en Perú, en la manga clasificatoria, estaba primero, tuve una caída y los siete de atrás vinieron, varios me esquivaron pero dos me pisaron la espalda”.
Entre risas, destaca su fuerza de voluntad, toda vez que los pilotos que atravesaron por encima, según describe, eran mucho más grandes que él. Este hecho fue motivante, porque a pesar de las heridas y lesiones, se levantó y no sólo terminó la carrera sino que también clasificó a las finales.
FINALISTA
“Estuve entre los ocho mejores de Latinoamérica, eso ya es un triunfo”, así resume su participación en la quinta y sexta ronda del Campeonato Latinoamericano en Lima (Perú), hace dos semanas.
En la quinta prueba, lideró las mangas preliminares y llegó a la final como el tercer mejor clasificado, pero terminó séptimo. “Me invadieron los nervios porque no estoy acostumbrado a salir del país”, sostuvo el piloto que antes de ir a Perú sólo había asistido a otra prueba latinoamericana en 2011 y un Mundial en mayo pasado.
Este rendimiento fue replicado en la sexta ronda, en la que fue segundo en la final, pero por un error en medio de la competencia, fue sancionado y retrocedió hasta el octavo lugar.
BUEN NIVEL, PERO FALTA APOYO
La experiencia en tierras peruanas sirvió también para que Blancourt conozca nuevos escenarios, cuyas características son muy superiores a los de Bolivia. “En Perú la pista era asfaltada, era increíble rodar en esa pista y vuelvo aquí, veo la pista y me da mucho coraje”, comenta.
Al margen de las condiciones de infraestructura, el pedalista capitalino rescata el buen nivel que existe en Bolivia, donde hay destacados competidores de las categorías infantiles, que aún no reciben un gran respaldo.
A las pruebas latinoamericanas, Blancourt asistió con un incentivo económico de la Gobernación pero espera que este sea frecuente y cada vez mayor.
Y lo va a necesitar para continuar con sus sueños. “Espero tener un buen apoyo de mi país, del Gobierno y llegar a los Juegos Olímpicos 2020”, indica el pedalista al ponderar también el respaldo familiar, característico en los deportes amateur en Bolivia: “Mi madre está siempre a mi lado, gracias a Dios ella lucha para que vaya a estos campeonatos”.
Jorge Luis Blancourt
Bicicross
"Los latinos somos fuertes, estamos dentro de los mejores del mundo. Bolivia no se queda atrás pese a que no tenemos mucho apoyo”.