Bolivia dejó el fondo de la tabla de posiciones al obtener ayer un merecido triunfo frente a Paraguay (1-0), en un partido que se jugó en el estadio Hernando Siles. Cuando el encuentro apuntaba más para un empate apareció una gran jugada de Marcelo Martins para el triunfo boliviano que sirve para lavar la mala imagen que se dejó la pasada semana en territorio venezolano.

La Verde cayó en la trampa que le propuso el rival, que de manera inteligente cortó lo más que pudo el ritmo a Bolivia y no supo darle otra dinámica al encuentro en los primeros 45 minutos de juego.

El conjunto nacional ingresó con todo y desde los primeros minutos intentó abrir el marcador con un juego veloz, de sorpresa y presionando a su rival que hasta el primer cuarto de hora no pudo acomodarse en la cancha.

Un tiro libre de Marcelo Martins fue la primera jugada de Bolivia sobre los dos minutos; pero hubo más: la principal salida fue por el carril derecho con un par de ingresos de Erwin Saavedra que le complicó la vida a su marcador. El orureño se asoció bien junto con Jhasmani Campos, mientras que por el otro sector sucedió lo mismo con Marvin Bejarano y Juan Carlos Arce.

Paraguay fue todo a la defensa, pero en la primera jugada que se animó en campo rival estuvo más cerca de abrir el marcador. La defensa boliviana se quedó parada ante un centro que Haedo Valdez bajó para Gustavo Gómez, pero el defensor no pudo empalmar de primera sobre los diez minutos.

Pasado los 15 minutos, esa presión asfixiante que intentó la Verde desapareció en la cancha. La Albirroja empezó a golpear lejos de su arco, con el objetivo de cortar el ritmo y consiguió su objetivo.

Bolivia era previsible, sin amplitud y sin sorpresa, razón por la que algunos remates de Raúl Castro, Campos y otro de Arce fueron lo más rescatable y el único argumento del equipo boliviano. La visita jugaba a placer y en la parte final de esta etapa el atacante Juan Manuel Iturbe hizo dos jugadas, la segunda un mano a mano que perdió con Daniel Vaca.

Toda la velocidad y dinámica de la que había carecido la Verde en la parte inicial, apareció en los primeros seis minutos de juego con sendas llegadas de Saavedra, Martins y Campos que intentaron abrir el marcador, pero el golero Antony Silva impidió la caída de su arco.

Jugaba bien Bolivia, pero se desprotegió en el fondo, los paraguayos se dieron cuenta y en base a contragolpes complicaron a la defensa boliviana. En una de esas jugadas Gabriel Valverde cometió una falta innecesaria y vio el segundo cartón amarillo. Desde los 14 minutos el conjunto local empezó a jugar con diez hombres y la visita adelantó sus líneas.

Tardó un poco en recomponerse otra vez el seleccionado y a los 32 minutos llegó la jugada del gol. Wálter Flores recuperó una pelota, jugó rápidamente con Arce que metió un pase matemático a Martins que eliminó al golero Silva y cuando se quedaba sin ángulo sacó el tiro que pegó en el defensor Gómez y el balón se introdujo en el arco ante la alegría de la afición que llegó al estadio miraflorino.

Paraguay intentó apretar el acelerador para empatar, pero no le alcanzó el tiempo, es más, en la parte final Yasmani Duk estrelló la pelota en el travesaño y luego vino el final del partido con el triunfo nacional y el castigo a Paraguay que pudo llevarse algo más del Hernando Siles.

Ángel Hoyos

DT. Bolivia

"El equipo fue un gladiador, Bolivia merecía esto”.

Francisco Arce

DT. Paraguay

"Hay chances porque tenemos seis partidos por jugar”.

WÁLTER FLORES SE DESPIDIÓ

Con 12 años como jugador de la Selección Nacional, el mediocampista Wálter Flores (38 años) colocó un punto final a su participación dentro del elenco verde ayer con una alegría por la entrega que colocó a lo largo de este tiempo. El volante jugó partidos en cuatro eliminatorias (Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018) y dos versiones de la Copa América (Perú 2004 y Argentina 2011).

MARTINS, EL MÁS DESTACADO

Marcelo Martins coronó su buena actuación siendo el coautor del gol, pues en una gran jugada individual intentó tocarla para Ramiro Ballivián, pero el balón chocó en el defensor Gustavo Gómez e ingresó al arco defendido por Antony Silva. Si bien el tanto quedó registrado como autogol, el atacante tuvo gran incidencia en la jugada. Martins se arrodilló, lloró y no podía creerlo.

 

 

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