Mantiene la ventaja
El Real Madrid logró mantener la renta de seis puntos que tiene en la Liga española respecto al Barcelona gracias un gol en el último minuto de Sergio Ramos, que silenció el Camp Nou y dejó en tablas (1-1) un...
El Real Madrid logró mantener la renta de seis puntos que tiene en la Liga española respecto al Barcelona gracias un gol en el último minuto de Sergio Ramos, que silenció el Camp Nou y dejó en tablas (1-1) un “Clásico” que se resolvió en dos jugadas a balón parado.
El central del conjunto blanco cabeceó “in extremis” una falta botada por Modric e igualó así el tanto logrado, en otro testarazo en jugada de estrategia, de Luis Suárez, al inicio de la segunda parte.
Fue un partido que tuvo un inicio electrizante. Un arranque prometedor que se diluyó con rapidez por la volátil presencia de unos y otros en el área contraria y que no pasará a la historia de los clásicos por goles y juego.
Era el Barça el que más tenía el balón, pero pronto se vio que no sabía cómo hacer daño con él. Sin Iniesta, que empezó en el banquillo, Sergio Busquets multiplicándose por tres, Rakitic demasiado errático y André Gomés extremadamente tibio en el primer clásico de su carrera, los azulgranas pronto se dieron cuenta de que les faltaba centro del campo para dominar con claridad el choque.
Los locales fueron perdiendo duelos individuales y presencia en el partido con la misma rapidez que el Real Madrid, solidario, con las líneas bien juntas y poco exigido atrás, empezaba a jugar más suelto con el bullicioso Lucas Vázquez y el hiperactivo Modric como apuestas más destacadas.
Dos disparos de Cristiano y un cabezazo de Varane encontraron respuesta en el meta alemán, y plasmaban, por fin, en ocasiones, el dominio de la escuadra visitante.
Pero el partido cambió cuando a los 53 minutos, Suárez cabeceó de forma inapelable una falta botada por Neymar. Luis Enrique sacó entonces a Iniesta y el Barcelona se hizo el amo y señor del choque.
Cuando parecía que el choque sería azulgrana, el Real Madrid tocó a arrebato y colgó varios balones en busca del empate. Un remate de cabeza alto de Ramos y otro de Cristiano que Jordi Alba sacó en la línea de gol fueron el preludio del 1-1.
Sergio Ramos se elevó en el último instante para hacer uno de esos goles suyos de fe y arrojo y evitar una derrota que hubiera vuelto a apretar la Liga. El Camp Nou se quedó mudo.