Festejo atigrado al final del torneo

The Strongest consiguió ayer su décimo quinto título en el fútbol profesional boliviano y el duodécimo en la historia de la Liga al derrotar ayer 2-1 a Bolívar en el partido extra que se disputó en el estadio Hernando Siles, de La Paz.

El título fue un premió a la gran remontada que tuvo el equipo de Achumani en el certamen; cuando parecía que el campeonato se pintaba de celeste, apareció la garra atigrada para remontar la diferencia de puntos en la tabla de posiciones y quedarse con un campeonato de forma merecida.

El partido comenzó de la peor manera: Luis Gutiérrez le propinó un golpe a Pablo Escobar en el minuto de juego y caldeó los ánimos de los 22 jugadores.

Créase o no, la jugada favoreció al Tigre, los celestes jugaron descontrolados y lejos del fútbol de Academia que se pregona en la institución; es más, en pocas oportunidades se vio un equipo de Bolívar que apeló al juego fuerte. Los nervios que tuvo en la pasada jornada en Warnes no habían desaparecido y jugaron en su contra. Los atigrados tampoco se quedaron atrás y devolvieron los golpes.

El clásico ya tenía antes de los 15 minutos a cuatro jugadores con tarjeta amarilla y lo que escaseaba era el buen fútbol.

Poco a poco los ánimos fueron calmándose. Fierro se perdió el primero en un mano a mano con Daniel Vaca, pero el Tigre respondió con un gran centro de Escobar que no pudo ser conectado por sus delanteros, ante una mala salida de Diego Zamora.

A los 31 minutos llegó el gol del Tigre. Morales perdió en salida ante Diego Bejarano, el aurinegro sacó un centro, Escobar aguantó la marca de los centrales de Bolívar y Fabricio Pedrozo quedó solo para anotar ante la salida de Zamora, desatando el delirio de su parcialidad.

Bolívar sintió el impacto y no tuvo poder de reacción, seguía golpeando más que su rival y antes del descanso The Strongest estuvo a punto de marcar el segundo en un mano a mano que Diego Wayar perdió ante Zamora, que salvó su arco.

Bolívar era el obligado a proponer desde el primer minuto del segundo tiempo, pero siguió con un fútbol rústico, lejos de las mejores jornadas que tuvo este propio plantel en este último semestre del año.The Strongest, mejor en la parte anímica, se dedicó a esperar a un inexpresivo equipo celeste y en base a contragolpes siempre estuvo más cerca del segundo tanto.

A los 74 minutos el clásico comenzó a pintarse de amarillo y negro con una jugada entre Chumacero y Escobar que terminó con el tanto del atigrado, que de esa forma alcanzó en la tabla de máximos artilleros de los clásicos al uruguayo William Ferreira (20 conquistas).

La tribuna atigrada comenzaba a corear el nombre del próximo campeón, Bolívar estaba con el tiempo en contra y el suspenso en el clásico llegó a los 88’ con el descuento que consiguió Callejón tras una buena jugada de Hugo Bargas que ya estaba en la cancha.

El juez del partido adicionó cuatro minutos más, que no le alcanzaron a Bolívar, que en honor a la verdad perdió el título en Warnes; ayer llegó destrozado a un partido en el que The Strongest estuvo más fortalecido en la parte anímica