Recuerdo trasandino

Al igual que sucedió en 2013, la piscina de El Rollo y el Poligimnasio de Max Toledo volverán a poblarse de deportistas de cuatro países, en un evento internacional catalogado de “confraternización”. Luego de haber rotado por Chile, Argentina y Perú, la Capital volverá a recibir este año a los Juegos Deportivos de la Juventud Trasandina (JUDEJUT).

Sucre se caracterizó en los últimos años por ser sede de eventos deportivos internacionales. Uno de ellos son los JUDEJUT, que por cuarta oportunidad en su historia, llegarán a la Capital (ya lo hicieron en 2001, 2005, 2009 y 2013).

Fue justamente en la última versión boliviana, que se estrenaron la piscina de El Rollo y el Poligimnasio.

La infraestructura náutica, construida en 2009 para los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos, ya había albergado a eventos de magnitud y no se amilanó para recibir a las delegaciones de los países trasandinos.

Su imponente imagen dejó asombrados a propios y extraños que, al margen del resultado, se fueron contentos por haber participado en un escenario de talla mundial.

Sin embargo, en lo deportivo, Sucre solamente pudo cosechar una medalla de oro y una de bronce, ambas fueron obra de Pilar Cervantes, que en sus primeros inicios dejaba una imagen prometedora para futuras justas internacionales.

Estas preseas le permitieron a la región ocupar el tercer lugar en la rama femenina; la otra cara de la moneda fue la actuación del equipo masculino, que acabó último. En la sumatoria final de puntos, Sucre acabó quinto.

Una suerte similar fue de la gimnasia artística, que se ubicó tercera en la rama masculina y sexta en damas. Sin embargo, lo deportivo quedó de lado para los anfitriones, que consiguieron algo más grande que los resultados: la reapertura del Poligimnasio, cerrado por cuatro años, tras la culminación de los Bolivarianos, en 2009.

Fue un logro para la dirigencia local de este deporte, que hizo las gestiones con el Servicio Departamental de Deportes para que concluida la justa trasandina, el escenario sea habilitado para los gimnastas capitalinos.

El otro deporte que Sucre albergó en 2013 fue el voleibol masculino, con resultados para el olvido. La región acabó en el último lugar de nueve regiones participantes.

Este año, el voleibol masculino se disputará en Oruro y en su reemplazo, el taekwondo se será la tercera disciplina en competirse en Sucre.

El deporte de contacto fue una de las más destacadas en 2013, logrando un inédito título trasandino en Potosí. Ana Mogro, Viviana Ramírez, Osmar Villarroel, Jairo Stumvoll, Lizeth Marci Kama y Sergio Rosales fueron los artífices del título capitalino.

HECHOS DESTACADOS

ESCENARIO REABIERTO

El Poligimnasio de Max Toledo fue reabierto luego de haber sido construido en 2009 con motivo de los Juegos Deportivos Bolivarianos. La gimnasia artística se compitió con equipamiento de primer nivel.

LA SIRENA CHUQUISAQUEÑA

Un papel decoroso tuvo la natación sucrense en 2013, gracias a la buena actuación de Pilar Cervantes, que se colgó dos medallas: un oro en 50 metros pecho y un bronce en 100 metros. Esto hizo que la selección femenina ocupe el tercer lugar del podio final.

VOLEIBOL, PARA EL OLVIDO

El único deporte de conjunto que se compitió en Sucre, en 2013, fue el voleibol masculino, con pésimos resultados para la región. Chuquisaca acabó en el noveno puesto, por detrás de las ocho delegaciones de Argentina, Chile, Perú y Bolivia (Tarija y Oruro).

UNA PISCINA DE OTRO NIVEL

Comparado con las piscinas que se habilitaban para los JUDEJUT en Argentina, Perú y Chile, el escenario náutico de El Rollo fue el mejor, según calificaron entrenadores y deportistas, no solamente de las representaciones bolivianas, sino también de los países vecinos.

PROMESA DE MEDALLAS

El taekwondo fue el deporte en el que más se destacó Chuquisaca en 2013, cuando logró el título trasandino en Potosí; para este año, esta disciplina se competirá en la Capital y el nivel de sus deportistas hace ilusionar con una nueva corona internacional.

HECHO A MEDIDA

Las habitaciones, los pasillos y el comedor de la Villa Bolivariana se poblaron con deportistas de más de una decena de regiones de cuatro países, algo que no se había visto desde los Juegos Bolivarianos de 2009.