Rescate de cochecitos

No hay ruido de motores pero el vértigo de la velocidad y la adrenalina son los mismos. Los cochecitos estuvieron parados más de cuatro años y ahora pilotos y copilotos van al rescate con el apoyo decidido de varios...

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.

No hay rugir de motores, pero la adrenalina es la misma.


    Luis Alberto Guevara López
    Deporte / 24/07/2017 04:46

    No hay ruido de motores pero el vértigo de la velocidad y la adrenalina son los mismos. Los cochecitos estuvieron parados más de cuatro años y ahora pilotos y copilotos van al rescate con el apoyo decidido de varios padres de familia. Quieren hacerlo de manera segura y para ello se organizaron en una asociación.

    La experiencia les enseñó que no hay que dejar nada al azar, aunque para darse cuenta de ello tuvieron que pasar más de 25 años. El tiempo les mostró que las iniciativas personales o de programas deportivos no fueron suficientes, reflexiona el presidente de la Asociación de Cochecitos Sin Motor de Chuquisaca (ACOSIMOCH), Carlos Barriga.

    Por ello, el 27 de noviembre de 2016 crearon su asociación con la intención de convertirse en una disciplina deportiva oficial en el Departamento al igual que sus similares de La Paz y Potosí, para garantizar competiciones locales y asistir a pruebas nacionales.

    En este caminar, uno de los fundamentos de la asociación será legalizar la organización, pues sin personalidad jurídica conseguir apoyo de la Gobernación de Chuquisaca o de la Alcaldía de Sucre “es casi imposible” y no hay forma de ingresar recursos para los circuitos que pretenden realizar. La experiencia de la prueba del 3 de julio les dejó claro aquello.

    UNA TRADICIÓN QUE CASI SE PIERDE

    La carrera de cochecitos sin motor es parte de la tradición sucrense, dice el flamante dirigente al recordar que anualmente se realizaban de cuatro a cinco competencias. Su organización estaba a cargo de personas particulares, que en los últimos cuatro años no le prestaron la atención debida y hasta se sospecha que actuaron de mala fe, al lograr auspicios para competencias que nunca se llegaron a realizar, afirma.

    Con 32 años en las competiciones de cochecitos sin motor, el Presidente de ACOSIMOCH es un vivo ejemplo de que este apasionante deporte se constituyó en una tradición de la Capital. Cuenta que empezó a correr desde 1985, cuando tenía cinco años, y desde entonces no abandonó su pasión por los cochecitos que no tienen rugir de motores, pero que imprimen grandes velocidades y que generan adrenalina y euforia en pilotos, copilotos y público.

    LA ORGANIZACIÓN Y LA PRUEBA LOCAL

    La ACOSIMOCH se fundó el 27 de noviembre; es la tercera del país después de La Paz y Potosí. En esa reunión fundamental estuvieron más de 50 personas entre pilotos de las categorías Libre, Juvenil y Niños, además de padres de familia.

    El número de pilotos en las tres categorías ronda los 100. En Niños 40, en Juvenil 25 y en Libre 30. La categoría Juvenil se considera de 14 a 19 años, mientras que Niños desde los cinco, aclara.

    Su primer desafío era organizar una prueba local y recién lo lograron el 3 de julio. La Directiva se dio cuenta que realizar una competencia no era fácil, más si las promesas de las entidades públicas al final no se cumplieron o, en los peores casos, les cerraron las puertas aduciendo que eran una asociación sin personería jurídica.

    Ante esas circunstancias, dice Barriga que no tuvieron otra opción que cobrar Bs 50 para la inscripción de los pilotos y con ello financiar los premios; pese a ello la recaudación no alcanzó y la directiva tuvo que endeudarse para cumplir con la premiación.

    LOS COCHECITOS

    Los cochecitos sin motor son el resultado del ingenio de pilotos y padres familia, pero también de soldadores y mecánicos, que construyen y adaptan estructuras de la nada. La categoría Niños tiene dos tipos de coches: 100% de madera y de fierro con ruedas de goma. La Juvenil y Libre corren con coches “más sofisticados” de fierro y ruedas de goma. El armado de un buen cochecito para estas categorías está por encima de los $us 700. “Uno sofisticado” cuesta más de $us 1.000.

    LA PRUEBA NACIONAL

    El domingo 30 de julio se correrá una prueba nacional en la ciudad de La Paz donde los cochecitos sin motor fueron declarados Patrimonio Cultural.

    Es intención de la asociación estar presente con al menos 12 pilotos, lo que implicaría conformar una delegación de 25 personas, el mínimo que se requiere para viajar en bus, pues uno de sus afiliados se ofreció a brindarles transporte con pasajes reducidos (Bs 100 ida y vuelta) a fin de garantizar la presencia de competidores de la Capital ante la falta de apoyo estatal. Por ahora hay cinco competidores inscritos.

    CIFRA

    4 años que los cochecitos sin motor dejaron de competir en Sucre, pese a que eran una tradición.

    Etiquetas:
  • rescate
  • cochecitos
  • ACOSIMOCH
  • Gobernación
  • Chuquisaca
  • Alcaldía
  • Sucre
  • Compartir:

    También le puede interesar


    Lo más leido

    1
    2
    3
    4
    5
    1
    2
    3
    4
    5
    Suplementos


      ECOS


      Péndulo Político


      Mi Doctor