Mucha garra, poco gol

Lizondo y Wolf Sport dejaron la vida en el óvalo central del coliseo Jorge Revilla Aldana. Fue tanta la paridad entre ambos equipos que se reflejó en el marcador final (2-2), que deja todo por definir en La Paz...

El arquero Ramiro Mendivil atrapa el balón en una de los ataques locales, anoche, en el coliseo JRA.

El arquero Ramiro Mendivil atrapa el balón en una de los ataques locales, anoche, en el coliseo JRA.

El arquero Ramiro Mendivil atrapa el balón en una de los ataques locales, anoche, en el coliseo JRA.

El arquero Ramiro Mendivil atrapa el balón en una de los ataques locales, anoche, en el coliseo JRA.


    José Gutiérrez / CORREO DEL SUR
    Deporte / 28/10/2017 05:51

    Lizondo y Wolf Sport dejaron la vida en el óvalo central del coliseo Jorge Revilla Aldana. Fue tanta la paridad entre ambos equipos que se reflejó en el marcador final (2-2), que deja todo por definir en La Paz, donde se jugará la semifinal de vuelta de la Liga Nacional de Fútbol de Salón.

    Fue un choque de dos elencos que ratificaron su firme candidatura al título. Los chuquisaqueños demostraron su agresividad pero fallaron a la hora de marcar; mientras que los paceños se hicieron fuertes en la defensa.

    Todo comenzó así, con Wolf Sport resguardando su valla y Lizondo martillando. Al arquero visitante Ramiro Mendivil le bastó un minuto para convertirse en figura, evitando el gol en un par de jugadas claras.

    Tuvieron que pasar 14 minutos para que se abriera el marcador, en el primer ataque ordenado del cuadro paceño, culminado por Jesús Gualdrón (0-1).

    Paradójicamente, el gol perjudicó a los paceños porque comenzaron a dejar espacios que fueron aprovechados por Lizondo para remontar con goles de Saúl Robles y Alan Valda.

    Con el 2-1 se fueron al descanso y al retorno, Wolf Sport golpeó de inmediato, al primer minuto, a través de Gualdrón (2-2).

    Después, fue todo para Lizondo que no encontró forma de derrumbar la muralla paceña y casi lo termina pagando, en el último minuto, cuando Andrés Reyes estrelló su remate al palo.

    No hubo tiempo para más y los chuquisaqueños salieron del JRA con la única satisfacción de haber puesto el corazón pero con la preocupación de la falta de gol, debilidad que deberán resolver de cara a la vuelta, el siguiente fin de semana, en La Paz.

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