¿Y el deporte catalán?

La situación de Cataluña, que proclamó ayer su independencia de manera unilateral, sembró ciertas dudas deportivas a la hora de pensar en el futuro. Equipos, federaciones y hasta la selección se ve involucrada. Sin embargo, la respuesta del Gobierno español de cesar las funciones del gobierno catalán y convocar a elecciones autonómicas tranquilizó en algo al mundo del deporte.

Desde el Consejo Superior de Deportes (CSD), como informa el diario deportivo Marca, se pide tranquilidad y se trabaja para garantizar el normal desarrollo de las competiciones deportivas estatales. Después de la declaración unilateral de independencia, fuentes del CSD quisieron despejar dudas.

“No cambia nada. Se ha consumado una farsa. Es nula de pleno derecho y no tiene efecto alguno. Tenemos que transmitir tranquilidad al deporte. Seguiremos con el normal desarrollo de las competiciones tanto en España como en Cataluña. La Ley del Deporte ampara a todos los clubes y a todos los deportistas, también a los catalanes por supuesto”, explicaron a Marca.

El partido de este domingo del Real Madrid frente a Girona, en Cataluña, será la gran prueba de fuego para saber si esa aparente normalidad sirve para que el deporte se imponga a la política o para que esté a merced de los acontecimientos.

El equipo blanco se desplazará a Cataluña con sus rutinas habituales, pero con cierta incertidumbre ante un posible aplazamiento por la situación. El Barcelona, por su parte, decidió callarse y no se pronunció al respecto.

El entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, reconoció que sigue la actualidad de la situación política en Cataluña, “como todo el mundo”, pero eludió especular sobre la posibilidad de que el equipo azulgrana se quede fuera de la Liga española porque “eso todavía no ha sucedido”.

Lo que sí puede preocupar en España es la cercanía entre las elecciones convocadas por el Gobierno, el 21 de diciembre, y el Clásico entre Real Madrid y Barcelona, dos días después en el estadio Santiago Bernabéu

Ese partido será el primero del Barcelona tras las elecciones autonómicas. Y, encima, contra el Real y en la capital. Será una semana caliente.