Balas perdidas
Una hora duró la resistencia de Universitario, que pareció conformarse con un empate como visitante frente a Blooming pero terminó saliendo del estadio Ramón “Tahuichi” Aguilera con una goleada (4-0).
Una hora duró la resistencia de Universitario, que pareció conformarse con un empate como visitante frente a Blooming pero terminó saliendo del estadio Ramón “Tahuichi” Aguilera con una goleada (4-0). Terminó el invicto de Oscar Sanz y se echó por tierra la posibilidad de salir de la zona de descenso indirecto.
Todo marchaba bien hasta que aparecieron los Vaca. La defensa del “Docto” enloqueció con Joselito y Leonardo, además de Alejandro Quintana, que cumplió la “ley del ex” con un gol y dos asistencias.
El primer tiempo fue a pedir de boca para el cuadro estudiantil. La idea de Sanz de salir por las bandas y llegar con varios hombres al ataque funcionó otra vez, pero faltó la puntada final. Ni Marcelo Argüello ni Tinga –los goleadores en este torneo– estuvieron cerca de anotar.
Sin embargo, irse al descanso sin goles en contra y con un empate parcial era un buen negocio para la “U”. Por tanto, los jugadores cayeron en el conformismo y la resistencia no les duró hasta el minuto 90.
Sólo hasta los 60’, cuando comenzó la pesadilla. Quintana, aquel jugador argentino que supo inflar redes a favor del “Docto” y que la dirigencia lo dejó ir fácilmente, fue el encargado de iniciar el concierto celeste.
El “Flaco” vulneró la portería de Iván Brun con un remate de taco (1-0), culminando una gran jugada colectiva de los celestes, que ya tenían en cancha a Joselito Vaca, el hombre que cambió el partido.
Joselito manejó los hilos del conjunto cruceño ante la desconcentración chuquisaqueña. Fue tanta la desatención de los defensores estudiantiles que tres minutos después del gol, Rodrigo Colombo se hizo ganar en una jugada aérea por Quintana, la pelota quedó suelta para que Leonardo Vaca anotara el segundo (2-0).
Después, la “U” intentó descontar pero los académicos estaban inspirados, más que todos, Leonardo Vaca, que llegó a su “hat trick”. Al gol anotado sobre los 62’, el delantero cruceño añadió dos más a su cuenta personal.
A los 81’, recibió una asistencia de Quintana y estalló la fiesta en el estadio, donde los aficionados celestes celebraban el Día del Hincha. Ocho minutos más tarde, aprovechó un error de Abraham Cabrera, quedó solo frente a Brun y cerró la goleada (4-0).
Con esta derrota, Sanz perdió su invicto de tres partidos y su equipo desperdició la chance de superar a Petrolero en la tabla de punto promedio, quedándose aún en la zona de descenso indirecto.