Sueños en la nieve

Bolivia participó luego de 26 años en unos Juegos Olímpicos de Invierno y su producción en PyeongChang (Corea del Sur), aunque participó con sólo dos deportistas, invita a soñar con una medalla en el futuro.

El austríaco nacionalizado boliviano Simon Breitfuss fue uno de los mejores representantes latinoamericanos. El austríaco nacionalizado boliviano Simon Breitfuss fue uno de los mejores representantes latinoamericanos.

PyeongChang / Agencias
Deporte / 25/02/2018 06:56

Bolivia participó luego de 26 años en unos Juegos Olímpicos de Invierno y su producción en PyeongChang (Corea del Sur), aunque participó con sólo dos deportistas, invita a soñar con una medalla en el futuro.

El austríaco nacionalizado boliviano Simon Breitfuss obtuvo el mejor resultado de la historia del país en los Juegos, al clasificar en el 32º en la prueba de eslalon de esquí alpino.

“Hemos regresado después de 26 años y ya es una felicidad haber logrado la mejor clasificación de la historia”, afirmó Juan de Dios Guevara, presidente de la Federación Boliviana de Ski y Andinismo (FEBSA)

Hasta ahora el mejor resultado de Bolivia en unos Juegos había sido el puesto 34 de Scott Sánchez en el eslalon gigante de Sarajevo 1984. Cuatro años más tarde, en Calgary 1988, Guillermo Ávila había terminado en el lugar 38 en eslalon.

En esos Juegos, Bolivia había participado con ocho esquiadores, antes de estar en Albertville 1992, con otros ocho, para tener a continuación un vacío de 26 años.

En PyeongChang 2018, el país se presentó con dos deportistas, Simon Breitfuss, nacido en Austria, y Timo Gronlund, de origen finlandés, que fue 105º en la prueba de 15 km de esquí de fondo. El austríaco de 25 años también fue 47º en descenso, 45º en supergigante y 43º en gigante, sin terminar la combinada.

El esquiador nacido en el Tirol austríaco fue una auténtica atracción mediática en PyeongChang por su simpatía y encadenó entrevistas con la prensa internacional.

El dirigente boliviano de una federación que se creó en 2009 con ayuda del padre de Simon Breitfuss, Rainer, cree que su país debe luchar en dos frentes.

Bolivia tiene la nieve y las condiciones naturales, pero le falta infraestructura. “Los deportes de invierno no son populares y la peor mentira es mentirse a sí mismo. No creo que sea imposible crear infraestructuras, pero sería a largo plazo, no a corto plazo”, explicó Guevara.

La próxima cita es en Pekín, en 2022, y el principal objetivo para el país será superar el puesto 32 de Breitfuss, que anunció en PyeongChang su deseo de estar presente y como plan más cercano entrar los próximos años en el Top 30 del Mundial.

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