Juegos de la Paz
Después de 16 días de competición y de meses de gestiones diplomáticas, la edición 23 de los Juegos de Invierno de PyeongChang finalizó ayer con una ceremonia de clausura que resumió a la perfección estos...
Después de 16 días de competición y de meses de gestiones diplomáticas, la edición 23 de los Juegos de Invierno de PyeongChang finalizó ayer con una ceremonia de clausura que resumió a la perfección estos “Juegos de la Paz”: en presencia de una delegación norcoreana de alto nivel, pero sin bandera rusa, y con una gran vencedora, Noruega.
La ceremonia contó con la presencia de Ivanka Trump, la hija mayor y consejera del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como la de un general norcoreano, cuya presencia fue muy controvertida.
Cuando la ceremonia comenzaba, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dio la mano a este general, Kim Yong Chol, considerado como un “criminal de guerra” por la oposición surcoreana.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, agradeció los gestos de las dos Coreas, desfilando juntas en las ceremonias e incluso formando un equipo conjunto femenino de hockey sobre hielo.
Por otra parte, el COI decidió ayer mantener la suspensión a Rusia, por lo que su bandera no pudo ondear en el estadio en la ceremonia de clausura.
En el mantenimiento de la suspensión pesaron los dos casos de dopaje de deportistas rusos en los Juegos, y que frustraron las esperanzas del país europeo de regresar al seno del olimpismo.
Los Juegos Olímpicos seguirán en Asia, ya que los de verano de 2020 serán en Tokio y los próximos de invierno en 2022 en Pekín.
NORUEGA EN LA CIMA
La gran triunfadora de los Juegos fue Noruega, una pequeña nación de poco más de cinco millones de habitantes, que terminó en lo más alto del medallero con 14 metales de oro, otros tantos de plata y 11 de bronce, para un total de 39, un nuevo récord en los Juegos de Invierno, superando los 37 de Estados Unidos en Vancouver 2010.
En la última prueba del programa, ayer, la noruega Marit Björgen estableció también una nueva marca de medallas en Juegos de Invierno al conquistar su decimoquinta presea, el oro en los 30 kilómetros de esquí de fondo.