Deporte inundado
De cancha para fútbol de salón y básquetbol pasó a ser considerada por los vecinos como un foco de infección. La cancha de San José, otrora escenario deportivo para niños y jóvenes, ahora es un lugar perfecto para...
De cancha para fútbol de salón y básquetbol pasó a ser considerada por los vecinos como un foco de infección. La cancha de San José, otrora escenario deportivo para niños y jóvenes, ahora es un lugar perfecto para la proliferación de insectos, un depósito de basura, baño de algunos transeúntes y hasta “ring” para peleas callejeras.
Así lo ven los vecinos, profesores y padres de familia del kínder San Lázaro. Ya van más de cinco años que una pelota no rebota ni rueda en ese espacio, dejado a su suerte tras la refacción del establecimiento de educación inicial, ubicado al lado.
Precisamente, el kínder es el más afectado, pues la acumulación de agua por la época de lluvias comienza a pasar factura. Las paredes y el patio del establecimiento que colindan con la cancha empezaron a ceder, según reveló la directora del jardín de niños, Susana Camacho.
“Nuestro kínder está siendo afectado, está cediendo el piso de nuestro parquecito”, comentó la titular del establecimiento.
Más allá de los daños que puede provocar la acumulación de agua en las infraestructuras, la cancha se está convirtiendo en un foco de infección, pues insectos y roedores se van apropiando de a poco.
Ni qué decir de las llantas y basura acumulada en el sector, pese a que en los últimos meses fueron instalados tres contenedores cerca del lugar.
Una de las vecinas que prefirió reservar su identidad denunció que este panorama no sólo se debe al abandono del escenario deportivo sino al daño que provocan los transeúntes de la zona. “Vienen, paran su auto, se bajan y orinan”, reclamó.
¿ESCENARIO PARA OTROS DEPORTES?
Pese a que para ingresar se debe improvisar senderos por los arbustos, los jóvenes siguen utilizando la cancha, convertida en varias ocasiones en un “ring” para riñas callejeras, especialmente de colegiales, según otra denuncia.
Como es un lugar abandonado, los “pugilistas” lo ven como un escenario ideal para evitar algún “intruso” o la misma Policía que detenga el espectáculo.
Además, luego de que CORREO DEL SUR publicara fotografías de la cancha inundada, surgieron comentarios irónicos en las redes sociales sobre la posibilidad de que el escenario sea utilizado para disciplinas acuáticas como wáter polo o natación.
Pero ni estos deportes ni fútbol de salón o básquetbol para los que fue construida la cancha se podrán practicar hasta que no haya atención al escenario, ahora convertido en una amenaza para la salud de los vecinos.
LA OTRA MIRADA
Senderos, la vía de ingreso
Las gradas para descender a la cancha están por debajo de arbustos. La única forma de ingresar a la cancha es por algunos senderos improvisados en la loma, que de a poco comienza ceder por la humedad del terreno.
Calle más transitada
Ante el cierre provisional de la avenida Gregorio Donoso por un sifonamiento, la calle paralela a esta vía y colindante a la cancha comenzó a ser utilizada más pese a que tiene una superficie de tierra.
Depósito de basura
Pese a que existen contenedores cerca del lugar y hasta un letrero advirtiendo multas, llantas y basura fueron botadas en la cancha. A ello se suma las heces fecales de animales y de propias personas.
El kínder afectado
El establecimiento educativo fue refaccionado hace unos siete años pero por la acumulación de agua en la cancha, sus paredes externas comienza a lucir deterioradas, así como el piso interior.
Queda un pequeño muro
En un costado de la cancha, en la calle República Federal Alemana, queda un pequeño muro; mientras que en lado posterior, sólo una baranda. Ambos lados, así como las paredes de la cancha se encuentra con grafitis.
Contraste con el alrededor
La plazuela con jardines y asientos en buen estado, que se encuentra al lado del kínder, y el coliseo San José, que siempre se encuentra lleno de niños y jóvenes, a menos de dos cuadras contrastan con la cancha abandonada.