Llora Ar6ent1na
La selección española se cobró revancha de la goleada del último precedente en Buenos Aires, pasando por encima de la actual subcampeona del mundo, una Argentina que añoró a su líder Lionel Messi (6-1).
La selección española se cobró revancha de la goleada del último precedente en Buenos Aires, pasando por encima de la actual subcampeona del mundo, una Argentina que añoró a su líder Lionel Messi (6-1).
La albiceleste no tuvo a su líder, que optó por no arriesgar ante sus problemas musculares. No hay un futbolista en el mundo que tenga mayor influencia en un equipo que Leo. Argentina buscó sin él una identidad desde el bloque, la unión de sus líneas y un centro del campo poblado para anular a la Roja.
Consiguió poner en problemas por momentos a España y tuvo la primera gran ocasión pero Gonzalo Higuaín la mandó a las nubes.
La puntería del 9 es un factor clave en duelos entre las más grandes selecciones. La diferencia la marcó Diego Costa minutos después. La primera que le cayó la mandó a la red (1-0).
Tras el gol, llegaron momentos de dominio argentino hasta que apareció Asensio para golpear. Dejó atrás a Javier Mascherano con una potencia incontrolable, abrió con Jordi Alba por izquierda y fue a recibir el centro en el área, donde no perdonó (2-0).
El castigo fue duro para Argentina que tiró de orgullo mientras pudo. Nicolás Otamendi dio el justo premio con un testarazo tras un córner (2-1).
En el segundo acto, Argentina salió por el empate y terminó golpeada. España firmó una mitad de ensueño, disfrutando de su fútbol y los goles en el mayor triunfo de la historia de este gran enfrentamiento. Iago Aspas dejó en el camino al portero y escorado optó por el pase atrás para que Isco firmara su doblete.
Fue el golpe del que ya no se levantó Argentina y Thiago hizo el 4-1 tras una jugada de Isco. La fiesta se instaló en la abarrotada grada del Wanda Metropolitano que respiró euforia.
El hambre de España comenzó a marcar el partido. A las patadas del rival respondió con goles. El pase desde su área del arquero David de Gea premió la ambición de Aspas que marcó tras superar la salida desesperada de Wilfredo Caballero (5-1).
El fin de la fiesta no podía ponerlo otro jugador que no fuera Isco. Su exhibición se cerró con su primer triplete en la selección española (6-1). La cara de Messi en la grada lo decía todo: su reto de hacer campeona a esta Argentina es mayúsculo.