No se da por vencido
Tras cuatro candidaturas fallidas, el hambre y la ilusión de albergar un Mundial han impulsado a Marruecos a intentarlo por quinta vez, en una pelea con la oferta conjunta de Estados Unidos, México y Canadá, para la...
Tras cuatro candidaturas fallidas, el hambre y la ilusión de albergar un Mundial han impulsado a Marruecos a intentarlo por quinta vez, en una pelea con la oferta conjunta de Estados Unidos, México y Canadá, para la que los “leones del Atlas” prepararon la mayor apuesta futbolística de su país.
“El fútbol está en nuestro ADN”, arrancó el consejero delegado de la candidatura, Hicham El Amrani, en una presentación a varios medios en Marrakech, a escasos meses de que se conozca la ganadora de la candidatura, el próximo 13 de junio en Moscú.
Y es que el fútbol es una parte vital en la cultura y la vida de los marroquíes. Sólo caminando por las calles de Marrakech o Casablanca es habitual ver a personas pasear con camisetas de fútbol, anuncios que invitan a viajar al Mundial de Rusia y a chicos batiéndose el cobre en campos de tierra.
Es por eso que, pese a haber cedido en cuatro ocasiones en su intento de albergar una Copa del Mundo (1994, 1998, 2006 y 2010), las esperanzas marroquíes siguen intactas y ampliaron su propuesta para tratar de convertirse, en 2026, en la capital del fútbol mundial.
La fortaleza de Marruecos a la hora de captar votos reside en sus alianzas con Europa y África y su cercanía al viejo continente. La diferencia horaria con Norteamérica sería un problema para mercados estratégicos en materia de derechos televisivos como Europa, pero no afectaría en el caso de Marruecos.
Otro de los puntos fuertes de la candidatura es el transporte, ya que todas las sedes del Mundial se encuentran en un radio de 550 kilómetros desde Rabat. Además, a excepción de El Jadida y Meknes, el resto de ciudades están conectadas por ferrocarril y carreteras, destacando el tren de alta velocidad que unirá Tánger y Casablanca.
De sus sueños, y del de millones de chicos criados en las incipientes academias del país y en los campos de tierra de las afueras de Marrakech, Casablanca o Rabat, entre otras, se forja una Copa del Mundo que, para Marruecos, comenzará a disputarse el próximo 13 de junio en Moscú, cuando se elija la sede.