Desató su furia
Desde su creación, hace más de cuatro décadas, el Circuito Oscar Crespo siempre fue catalogado como uno de los más complicados y ahora, en la quincuagésima vez que recibe una competencia, desató su furia sobre los...
Desde su creación, hace más de cuatro décadas, el Circuito Oscar Crespo siempre fue catalogado como uno de los más complicados y ahora, en la quincuagésima vez que recibe una competencia, desató su furia sobre los pilotos. Sólo se salvaron algunos, como Eduardo “Happy” Peredo que además de romper la barrera de 23 minutos por vuelta, fue el mejor de la carrera.
El piloto cruceño se guardó todo para la manga final. Fue el último en partir porque registró el peor tiempo en la clasificación, el viernes, en el circuito de Azari, donde no arriesgó.
Su estrategia salió a la perfección. La última vez que se expuso en la clasificación terminó accidentado, en 2015, cuando se volcó cerca de Qhora Qhora. Ahora, con toda esa experiencia, Peredo recién apretó ayer el acelerador y no levantó el pie para nada.
Paró el cronómetro en 22 minutos, 56 segundos y 20 centésimas en su primer giro, una marca histórica para el Oscar Crespo que él mismo superó en la segunda vuelta (22’45’’91).Con estos registros, aseguró su triunfo, el segundo en lo que va de su trayectoria automovilística.
Hace cuatro años, “Happy” también se impuso en la Capital y ahora, lo volvió a hacer pese a las adversidades que dejaron fuera a la gran mayoría de los corredores en la jornada dominical.
El desgaste de la plataforma fue el principal factor que influyó para que se retire más del 50% de los pilotos de las categorías R1B, RC2N y R2B Libre, programadas para la jornada de ayer.
Lo insólito sucedió en la manga 6 de la categoría R2B Libre. Partieron 24 coches de la plaza 25 de Mayo y sólo cuatro cumplieron las dos vueltas al circuito. Estos pilotos, los últimos en entrar en competencia, se encontraron con un terreno destrozado, que mermó sus máquinas entre la zona de Qhochis y Totacoa, principalmente.
Ni el mismo José Luis “PP Lucho” Pérez, por el que la gente apostaba como uno de los favoritos, pudo con la dureza de la competencia. Tras la primera vuelta, en la que voló y sorprendió con un tiempo de 26’13’’40, su bólido sufrió fallas mecánicas que le obligaron a tirar la toalla.
La victoria estaba servida para Pérez, pero no supo aprovechar la amplia diferencia sobre sus rivales y se quedó sin la posibilidad de revalidar el título alcanzado el año pasado.
Se volvió a repetir la “maldición” del Circuito, aquella que dice que cuando los mejores pilotos se encuentran a un paso de la victoria, aparece “un fantasma” o algo inesperado que los deja sin lugar en el podio.
Así sucedió con muchos de los competidores, entre ellos experimentados como Gregorio Copa o Rolando Careaga Roncal, que abandonaron o terminaron rezagados. El Oscar Crespo fue más rudo que nunca.