Musa resucita a Argentina
El fútbol establece extrañas alianzas y el Mundial Rusia 2018 lo volvió a evidenciar. Nigeria pasó de estar casi desahuciada a ponerse en disposición de pasar a octavos de final y rescató a Argentina del purgatorio.

El fútbol establece extrañas alianzas y el Mundial Rusia 2018 lo volvió a evidenciar. Nigeria pasó de estar casi desahuciada a ponerse en disposición de pasar a octavos de final y rescató a Argentina del purgatorio. La hinchada albiceleste “alentaba” a los africanos y Ahmed Musa no les falló. Hizo de Messi, destrozó a Islandia (2-0) y dejó un Nigeria-Argentina en la última jornada que electrocuta con sólo pasarla.
La albiceleste recibe una bola extra en el pinball mundialista pese a que a Nigeria le costó arrancar. Halgrimsson, dentista de profesión, puso en su sillón a Nigeria con un cambio de dibujo metiendo dos puntas que impedía al equipo africano lanzarse al ataque.
La primera parte se diluyó entre imágenes de nigerianos bostezando en la grada de Volvogrado y algunos amagos aéreos nórdicos. Finnbogason con la cadera un córner cerrado en el minuto 44, tuvo que provocar desmayos en Argentina.
En el descanso Rohr cambió el chip de Nigeria. Musa decidió ponerse el partido por montera. Y lo logró en un error increíble de Islandia. Gunnarsson sacó como un cañón un saque de banda lateral cerca del área nigeriana, pero la recuperación veloz de las “Súper Águilas” pilló a Islandia con un agujero enorme dejado, precisamente, por Gunnarsson. Victor Moses sacó el cuchillo y Musa lo clavó. Una maniobra sensacional y un gol que se gritó por los 223 millones de personas que suman las poblaciones de Nigeria y Argentina.
El propio delantero del CSKA mandó una pelota al travesaño en el 74’ y dos minutos más tarde burló como quiso en velocidad a Arnason para superar con un regate al cineasta Halldorsson y marcar a placer. Un gol de película.
Islandia no se lo podía creer. Pero su tozudez encontró un auxilio en un penal inocente de Ebuehi a Sigurdarson en el que el colegiado Matt Conger, neozelandés y profesor de Primaria, tuvo que recurrir al VAR. Pero Gylfi Sigurdsson, el cerebro islandés, sufrió un apagón. Mandó la pena máxima al cielo de Volvogrado y con ese balón casi las opciones de su país en este Mundial. Además le complicó el gol diferencia con Argentina que, de repente, depende de sí misma.
Musa, elegido mejor jugador del partido, envió un mensaje desafiante a los jugadores de la escuadra de Argentina al recordar que “no” le resulta “difícil marcar goles” ante la Albiceleste.
Hace cuatro años, en el Mundial de Brasil 2014, el delantero del CSKA de Moscú anotó los dos tantos de su equipo en la derrota (3-2) ante la selección sudamericana.
Argentina llegará al duelo ante Nigeria con opciones de pisar los octavos de final del certamen. Con sólo un punto, necesita ganar y esperar que, en un hipotético empate con Islandia –rival de Croacia–, le favorezca el gol diferencia. Los equipos argentino e islandés suman un punto; el nigeriano, tres.
Ahmed Musa
Delantero-Nigeria
"Sabemos de la importancia de ese encuentro (ante Argentina). Es hacerlo o morir. Tenemos que ganar”.