Bélgica se aferra al Mundial

Un gol en la última acción del partido de Nacer Chadli, que entró en la segunda parte, consumó la épica remontada de Bélgica ante Japón (3-2), que llegó a tener dos goles de ventaja al inicio del segundo tiempo.

Shinji Kagawa de Japón (abajo), Romelu Lukaku (d.) y Eden Hazard de Bélgica resumen el emocionante y muy disputado... Shinji Kagawa de Japón (abajo), Romelu Lukaku (d.) y Eden Hazard de Bélgica resumen el emocionante y muy disputado...

Rusia / EFE
Deporte / 03/07/2018 06:59

Un gol en la última acción del partido de Nacer Chadli, que entró en la segunda parte, consumó la épica remontada de Bélgica ante Japón (3-2), que llegó a tener dos goles de ventaja al inicio del segundo tiempo.

La última jugada, una demostración de contraataque conducida por Kevin De Bruyne, Eden Hazard y Thomas Meunier, autor del pase definitivo, situó a Bélgica por tercera vez en su historia en cuartos de final de un Mundial.

El equipo de Roberto Martínez, que se enfrentará a Brasil, y que reaccionó a tiempo, frustró a Japón.

El conjunto nipón difícilmente tendrá tan cerca una oportunidad para hacer historia. Nunca sobrepasó octavos. En Rusia estuvo a un paso pero no logró mandar para casa a un equipo que contempla esta edición como la última de su generación dorada. Vio la penumbra que sometió a Alemania, Argentina, España o Portugal. Y escapó a última hora, como pudo.

Japón quiso dar la sensación de advertir a su rival que no tenía complejos. Arrancó con una presión alta. Suele hacerlo el conjunto de Akira Nishino que busca dejar lejos al adversario, al menos de inicio. Como una declaración de intenciones.

Incomodó la puesta en escena a Bélgica y un mal despeje de Vincent Kompany fue recogido por Shinji Kagawa, que falló.

Bélgica tomó el balón y la iniciativa en los mejores momentos de Dries Mertens, que intervino en cada acción del ataque de los “diablos rojos”. Se movió bien el jugador del Nápoles, el único que supo encontrar espacios entre la maraña nipona. También Eden Hazard convirtió en amenaza cada movimiento.

Romelu Lukaku tuvo un par de intentos. Nada limpios. Interrumpidos casi siempre por un defensa japonés. Bélgica no estaba bien. En pocas veces su dominio incomodaba al contrario y el portero Elji Kawashima sólo era tenido en cuenta para despejar laterales europeos.

Japón estaba al acecho. Pendiente de las lagunas belgas. Takashi Unai puso a prueba a Tobi Andereweireld cuando la intensidad de Bélgica bajó, poco antes del descanso. Un tiro de Yuto Nagatomo, aparentemente inofensivo, sobresaltó a Roberto Martínez. Se le escapó bajo las piernas a Thiboaut Courtois, que reaccionó a tiempo.

Pero fue en un latigazo de esos donde Japón marcó. Fue tras el arranque del segundo acto. Un buen centro del jugador del Getafe dejó en evidencia a Jan Vertonghen que no pudo evitar que el balón llegara a Genki Haraguchi y cruzara la pelota a Courtois (0-1). Bélgica se descompuso. Pudo empatar con una respuesta de orgullo de Hazard que se estrelló en el palo. Pero fue Japón el que volvió a golpear.

El equipo de Martínez perdió el rumbo. Descolocado sintió la presión. Un nuevo error defensivo, un mal rechace de Kompany, cayó a pies nipones en la media luna. En los de Shinji Kagawa que vio a su lado a Takeshi Inui. El jugador del Eibar paró el balón, miró a Courtois y soltó un latigazo. A falta de 38 minutos Bélgica tenían dos goles en contra.

El sistema tan elogiado de Martínez estaba hecho trizas en ese momento. Marouiane Fellaini y Nacer Chadli sustituyeron a a Dries Mertens y Yannick Ferreira Carrasco.

Bélgica acortó distancias en una jugada que delató las carencias niponas. Una mala salida de Kawashima, un despeje al tuntún y un centro de cabeza de Vertonghen que terminó en gol (1-2).

El gol espoleó definitivamente a Bélgica, que con poco estaba de vuelta al partido. Hazard apareció. Asumió el reto. Puso el balón en la cabeza de Fellaini, que puso el 2-2 a falta de un cuarto de hora del cierre.

Elji Kawashima evitó que Bélgica lograra la remontada con tres intervenciones salvadoras pero no la del final. Un contraataque de manual que echó por tierra las esperanzas niponas (3-2) y llevó a Bélgica junto con Brasil a cuartos de final.

¿Una amenaza para Brasil?

Bélgica surge como una amenaza para Brasil en lo que será, tal vez, el choque más atrapante de cuartos de final en Rusia 2018, este viernes. La selección belga tiene motivos para ilusionarse con dar el gran golpe.

En primer lugar, Bélgica es una de las dos selecciones que ganaron hasta el momento los cuatro partidos. El otro es Uruguay, que también está en los cuartos de final y se medirá con Francia.

A diferencia de los uruguayos, Bélgica es un equipo goleador. Lleva convertidos 12 tantos y es, en este rubro, la única Selección que superó los dos dígitos.

Bélgica es el más goleador, pero le perforaron las redes en cuatro ocasiones, caso contrario a Brasil, que hasta la fecha sólo recibió una anotación y fue en la primera jornada frente a Suiza.

Por tanto, Bélgica-Brasil será un duelo de poderío ofensivo y argumentos colectivos.

El poderío en ataque de ambos equipos se alimenta de la calidad individual de sus hombres de ofensiva, desequilibrantes y capaces de romper hasta la retaguardia más sólida.

Roberto Martínez

DT. de Bélgica

"Una remontada así en noventa minutos es algo increíble”.

Akira Nishino

DT. de Japón

"Empezamos muy bien pero al final, concedimos un gol inesperado”.

Eden Hazard

Centrocampista de Bélgica

"Hay jugadores que marcan diferencias. El banquillo cambió la situación”.

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