¿Fin del “tiki-taka”?
La prematura eliminación de Alemania, España y Argentina abre una gran incógnita sobre el futuro de Joachim Löw, Fernando Hierro y Jorge Sampaoli y alimenta el debate sobre la idoneidad del modelo de juego en...
La prematura eliminación de Alemania, España y Argentina abre una gran incógnita sobre el futuro de Joachim Löw, Fernando Hierro y Jorge Sampaoli y alimenta el debate sobre la idoneidad del modelo de juego en un torneo en el que la posesión mal entendida claudicó ante el vértigo.
Los dos últimos campeones del mundo –Alemania lo fue en 2014 y España en 2010– se sitúan a la cabeza en cuanto a tenencia del balón. Ambas se entregaron al pase por el pase, sin celeridad, sin profundidad, sin remate; como la Argentina de Lionel Messi, fatalmente lastimada por la velocidad y el arrojo de Kylian Mbappé.
Ya había advertido, no obstante, Javier Mascherano en la antesala del certamen que “en los últimos años el fútbol ha ido para el lado de las transiciones”. “Los que manejan las transiciones defensa-ataque y ataque-defensa son los que consiguen tener mejores resultados”, aseguró el “Jefecito”.
“El 80 ó 90 por ciento de los equipos, salvo España o Alemania, utiliza el contraataque para lastimarte. Brasil, por ejemplo, ataca el espacio”, abundó.
En el fútbol moderno controlar el juego implica ocupar los espacios. Ese es el origen del juego imprevisible que, de diferentes formas, llevó al éxito a la Alemania de Joachim Löw en 2014 y a la España de Vicente Del Bosque en 2010.
La “Mannschaft” acudió a Rusia dispuesta a quebrar la maldición del campeón, pero no superó siquiera la fase de grupos. “No lo merecimos”, asumió Löw tras ver cómo su equipo se despedía sin liderazgo, sin magia y sin gol (dos en todo el torneo).
La Roja, remarcó Fernando Hierro, se marchó “sin perder”, pero presa de un juego ramplón y predecible, sin atender a las alarmas que sonaban desde los partidos ante Portugal, Marruecos e Irán.
La escuadra francesa, dirigida por Didier Deschamps, apartó igualmente en octavos de final a Argentina, casi intranscendente en el crepúsculo de otra temporada en la que se destacó como el máximo realizador de Europa.
La intención de Sampaoli de que el “10” lo iluminara y resolviera todo convirtió la posesión en un continuo momento de espera para la achatada genialidad del rosarino –sólo lució ante Nigeria–. Las selecciones de Islandia, Croacia y, especialmente, Francia dominaron los espacios para dejar al torneo desprovisto de tres de las principales candidatas.
El adiós de Alemania, España y Argentina abre un periodo de análisis y de reflexión, más allá de la inevitable renovación de sus plantillas: la posesión mal entendida es una mina para la nueva hornada de Mbappé y compañía.
SIN EX FINALISTAS
Ninguno de los futbolistas que siguen en Rusia disputó la final del Mundial en el pasado, tras la eliminación de España. Con la caída de La Roja en octavos de final y la de Alemania en la primera fase, el Mundial se quedó sin los dos últimos ganadores, a los que se suma Italia, vencedora en 2006, que no estaba clasificada.
El último campeón que sigue es Brasil, vencedor en 2002, pero ninguno de sus 23 convocados sobrevive desde el Mundial de Corea del Sur y Japón.
Algo similar ocurre con los finalistas, puesto que Argentina, subcampeona en 2014, cayó en octavos contra Francia y Holanda, segunda en 2010, no se clasificó.
Cuerpo técnico de Sampaoli comienza a desmembrarse
La Asociación de Fútbol Argentino aseguró, a través de su vicepresidente Guillermo Raed, no haber tenido contacto con Jorge Sampaoli, con lo que confirmó que su continuidad se resolverá a su regreso a Buenos Aires.
La dirigencia pedirá su dimisión; de todas formas, su cuerpo técnico ya quedó desmembrado, pues su asistente Sebastián Becaccece (foto) ya renunció.
Valdano: siempre estamos esperando el milagro de Leo
Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en 1986, criticó la dependencia total de la Albiceleste hacia Lionel Messi. “Seamos sinceros del todo: esperábamos más de Messi, no de la Argentina. Siempre estamos esperando el milagro de Messi, pero no se puede vivir de milagros”, aseguró, al señalar que “gracias al milagro” de Leo “estuvimos en Rusia”.