Henry Arroyo presente y futuro del tiro deportivo

Con 22 años y en un deporte en el que la experiencia prevalece, Henry Arroyo se hizo un lugar en la élite del tiro deportivo boliviano. Competir con mayores no es un obstáculo, sino una motivación. Cosechó medallas en el exterior y ahora tiene al Mundial de Guadalajara (México) en la mira.

“Tienen muchísima más experiencia que yo, pero al ser joven tengo algunas cosas que ellos perdieron con el tiempo y eso es lo que me mantiene. Además me motiva competir porque sé que ellos son los mejores de Bolivia, mejores que ellos ya no hay”, señala el subcampeón nacional.

Su trayectoria comenzó de la mano de los mejores tiradores del país, entre ellos su padre Marcelo Arana, quien sembró en él la pasión por esta disciplina hace unos tres años, es más, se aventuró a participar en un campeonato nacional con poco tiempo de práctica.

“Me metieron directamente a un campeonato nacional, así que no tenía nada de práctica”, confiesa el representante chuquisaqueño, clasificado al Mundial de Guadalajara (México).

EXPERIENCIA INTERNACIONAL

La competencia en tierras aztecas no será la primera en el exterior para Arroyo, que además de intervenir en otros eventos internacionales, logró varias medallas con su alta precisión.

Argentina, Colombia, Chile, Guatemala y Perú son los países en los que el tirador chuquisaqueño disparó al blanco.

Nunca bajó del podio en los certámenes disputados en Salta (Argentina) y entre sus logros más importantes destaca la medalla de plata por equipos en el Iberoamericano de Guatemala.

Ahora, precisamente antes de participar en el Mundial de Guadalajara, viajará a Paraguay y Chile para competir en sendos eventos preparatorios.

“Hay que prepararse física, mental y psicológicamente, lo que más te afecta en estos campeonatos internacionales no es la condición física, es más la cabeza porque quieres hacer lo que hacen los demás, pero no siempre es la misma técnica. Si lo haces bien a tu manera, no tienes por qué cambiar”, reflexiona Arroyo, que a México está yendo a obtener el pase para los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

PREPARACIÓN

Toda esta experiencia internacional le permite a Arroyo comparar la preparación de los tiradores del exterior con los de Bolivia. “No entrenamos ni la cuarta parte de lo que ellos entrenan”, comenta.

Esta diferencia se debe principalmente al factor económico. “Entrenar es complicado, para un buen entrenamiento necesitamos unas siete a diez cajas de cartuchos y eso son más o menos mil bolivianos”, cuenta.

Arroyo admite que el tiro deportivo es “un deporte caro”, pero no baja los brazos y “hay que hacer hasta lo imposible”. Con esa mentalidad, competirá en el Mundial de Guadalajara con el sueño de inscribir su nombre en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, “mejor aún si se da con una medalla”, se ilusiona.

 

Henry Arroyo

Tiro deportivo

"El primer paso ya está hecho, estar en el equipo Bolivia, y ahora el segundo paso es obtener la clasificación a los Juegos Panamericanos, mejor aún si se da con una medalla”.