Aliento de las gradas

No paran de aplaudir, hacen flamear alguna bandera, se comen las uñas o entonan algún cántico. Así se vive desde las tribunas la fase departamental de los IX Juegos Deportivos Estudiantiles Plurinacionales del Nivel Secundario. Locales y visitantes juegan otro partido en las gradas.

Mientras la competencia en deportes de conjunto se acerca a su final, la tensión sube en los campos deportivos de la Capital. El apoyo comienza a ser más imprescindible que nunca. Los directores, profesores y los mismos estudiantes lo entienden de esa forma y dan paso a la fiesta.

Desde que se inauguró la fase departamental, el pasado lunes, los colegios de Sucre tuvieron las barras más bullangueras. Los estudiantes Jaime de Zudáñez, Junín, Latino Americano, Don Bosco y Sagrado Corazón no escatiman esfuerzos y creatividad para impulsar a sus jugadores.

Con el permiso de sus profesores y directores, los jóvenes salieron de las aulas para darse un respiro en los campos deportivos e impulsar a sus favoritos. Pero no sólo los estudiantes del nivel secundario asisten, pues también se ve a niños de primaria, como sucedió días atrás en las pruebas de natación y atletismo, en las que los más pequeños del colegio Montessori motivaron a sus compañeros.

Pero no la tienen fácil, pues los estudiantes del resto de los municipios no bajan los brazos fácilmente, alientan y hasta los superan en los cánticos. Una situación así se vivió ayer en el Polideportivo de Garcilazo, donde el Sagrado Corazón de Sucre se enfrentó al Bolivia de Camargo.

Al principio, los sucrenses fueron los más bulliciosos y aplaudían cada jugada de los suyos, pero con el paso del tiempo, los camargueños se armaron y le dieron otra tónica al partido.

Estudiantes que compiten en otras disciplinas llegaron hasta el Polideportivo y comenzaron a alentar a sus representantes y hasta en el entretiempo se animaron a entonar, a viva voz y con aplausos, sus canciones tradicionales. Fue el aliento perfecto para que el quintento cinteño se quedara con la victoria y la clasificación a semifinales.

La misma situación se da con los colegios de Monteagudo, municipio que cuenta con otra de las delegaciones más numerosas después de Sucre. Ellos compiten principalmente en fútbol y se mueven de un lado a otro para “ganar en las tribunas”.

En las graderías del Polideportivo de Garcilazo, el coliseo Jorge Revilla Aldana, el óvalo central, cancha auxiliar y la III Fase del estadio Patria también se puede ver a padres de familia, aunque no la pasan también.

En comparación con los estudiantes, el nerviosismo consume a los adultos. Gritan, se frotan las manos y se comen alguna uña cuando ven a sus hijos en escena. No falta también alguna que otra invasión en las premiaciones, pues la posibilidad de contar con cámaras en los teléfonos celulares les permite llevarse instantáneas de los podios.

La hoja de ruta de la fase departamental indica que aún hay camino por recorrer, aunque no todos los estudiantes estarán presentes; pero los pronósticos indican un mayor grado de intensidad en los partidos y también en las tribunas. Hoy se juegan las semifinales y mañana, los partidos por el oro.

 La otra mirada

CLIMA. Las altas temperaturas que reinan por estos días en la Capital fueron un arma de doble filo para los espectadores. Por una parte les favoreció para no perderse ningún partido pero también, en escenarios como en el óvalo central y la cancha auxiliar del estadio Patria, tuvieron que soportar los rayos del sol.

TRANSPORTE. Para el traslado de los deportistas de la Villa Bolivariana hasta los escenarios, la organización dispuso de buses, en los que también se “cuelan” algunos estudiantes que ya compitieron en deportes individuales para presenciar los compromisos de sus compañeros.

RESIDENTES. Para ver a algún familiar o simplemente apoyar a sus coterráneos, residentes de las provincias también se unen a las barras en los escenarios deportivos. Desde estudiantes universitarios hasta mayores de edad se pueden ver en las tribunas.