Crece malestar por el traslado de la final
La designación del estadio Santiago Bernabéu de Madrid como sede para la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate generó malestar y resignación en Argentina.

La designación del estadio Santiago Bernabéu de Madrid como sede para la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate generó malestar y resignación en Argentina.
La determinación del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, de mudar la segunda final del máximo torneo americano a la capital española generó controversias y diversas reacciones en Argentina.
En primer lugar, River Plate presentó la noche del jueves su apelación a la sanción de la Unidad Disciplinaria de Conmebol, que le aplicó una multa económica de 400 mil dólares, dos partidos oficiales sin público en 2019 y el cambio de sede para el encuentro de vuelta de la vigente final.
Luego de los incidentes en el estadio Monumental del último sábado con el autobús que trasladaba a la delegación de Boca Juniors y la suspensión del encuentro, River responsabiliza a la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y solicita que se reprograme el partido en el mismo escenario.
Asimismo, Boca Juniors también apeló a la Unidad Disciplinaria que no dio a lugar a su petición de descalificación a River y argumenta que esta segunda final no debe disputarse.
Por ese motivo, el club xeneize también avisó un comunicado, que se presentará ante el Tribunal de Apelaciones de Conmebol, y eventualmente luego al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Asimismo, los medios argentinos expresaron su malestar y designación por este cambio de sede a una ciudad que está fuera de la jurisdicción de Conmebol, cuyo territorio comprende los diez países de Sudamérica.
Olé sentenció: “Llegamos a este punto por incapacidades organizativas propias y el River-Boca en Madrid es la ratificación de una situación anómala”.
Clarín también se hizo eco de esta mudanza a la capital española al enfatizar: “El 9 de diciembre, a diez mil kilómetros de Buenos Aires, la pelota rodará en el Santiago Bernabéu con dos actores conocidos pero inesperados”.