San José termina humillado en Uruguay

Un desatento San José fue humillado ayer por Peñarol que se dio un festín de 4-0 en su estadio Campeón del Siglo, y logró así su primer triunfo en el Grupo D de la Copa Libertadores.

El resultado fue un castigo para los santos, a los que de nada les sirvió llegar con dos días de anticipación al país oriental para enfrentar al carbonero. Los orureños no pudieron trabajar a plenitud producto de las lluvias en Montevideo (Uruguay).

Para el encuentro, el técnico William Ramallo renunció al sistema del ex entrenador Eduardo Villegas (4-2-3-1) con la intención de sorprender con una muralla de tres centrales: Ronald Eguino, Edemir Rodríguez y el colombiano César Mena, además de frenar los ingresos por los costados con los hermanos Didi y Jair Torrico, pensó que podría dificultar el juego de los carboneros.

La resistencia duró apenas un minuto puesto que el argentino Lucas Viatri anotó con una espectacular media tijera ante la marca lejana de Eguino que no pudo cortar el centro de Giovani González desde la izquierda (2’).

El segundo vino de jugada de tiro de esquina que Cristian Lema remató de cabeza tras un carrerón que sorprendió al colombiano Mena (23’). Con el 2-0 a su favor, Peñarol ya había desnudado las falencias del santo.

La tercera conquista fue Agustín Canobbio que disparó entre las piernas de Eguino que desvió la trayectoria del balón hasta introducirse en el palo izquierdo de Lampe que solo hizo vista (36’).

En el segundo tiempo, los santos buscaron acomodarse mejor pero Viatri tras recibir un pase de Brian Rodríguez que le robó el balón en salida a Edemir Rodríguez (48’) y el argentino resolvió con un disparo a la derecha de Lampe que no reaccionó.

El partido fue controlado por Peñarol que estuvo cerca del quinto pero desperdició un penal ejecutado por Gastón Rodríguez a los 76 minutos de juego.

Al final, San José sigue sin levantar cabeza y preocupa su situación, puesto que son tres derrotas consecutivas (dos por copa y uno en el Apertura) donde ya recibió ocho goles y no da señales de levantarse.