Un vino tinto para Argentina

Con Messi aún no es suficiente. La selección argentina de Lionel Scaloni fue ampliamente superada ayer por Venezuela, que mandó con comodidad en el marcador del amistoso en España y se llevó una histórica victoria por 1-3 en el regreso del capitán albiceleste, Lionel Messi, más de ocho meses después de abandonar cabizbajo el Mundial.

A esta Argentina en construcción, que de salida alineó a cinco jugadores que nunca habían estado sobre un terreno de juego con Messi –los tres “Martínez”, Gonzalo Montiel y Juan Foyth–, todavía le chirrían demasiados engranajes.

Tiembla en defensa, no tiene filtro alguno en el centro del campo, donde Leandro Paredes y Giovani Lo Celso fueron demasiado livianos, y le falta un rematador certero, porque Lautaro Martínez hizo añorar en la primera mitad al “Kun” Agüero, el gran ausente de la convocatoria, y Darío Benedetto quedó    inédito en la segunda.

Así, Argentina recibió un duro cachetazo de la “Vinotinto”, que sorprendió en el primer tiempo y se fue al descanso con goles de Salomón Rondón (6’) y Jhon Murillo (44’); a los 13’ del complemento, descontó Lautaro Martínez, pero Josef Martínez estiró la ventaja llanera con un tiro penal convertido a los 76’.

Fue un regreso amargo para Messi por el resultado, aunque el capitán albiceleste manejó los hilos de cada ataque de su selección con maestría.

Afeitado, sin la barba con la que acompaña su deslumbrante fútbol en los últimos tiempos en el Barcelona, Messi revivió en carne propia la frustración con la selección argentina.