Fanáticos de los coches
Ni el frío ni los rayos del sol frenaron la pasión de los sucrenses por el automovilismo

Ni el frío de la madrugada y ni sol del mediodía frenaron la pasión de los fanáticos sucrenses por el automovilismo que desde muy temprano se apostaron en la ruta del Circuito Oscar Crespo para presenciar la competencia más atractiva del país.
La movilización no solo convocó a jóvenes y adultos sino a grupos familiares completos que antes que despunte el sol ya se ubicaron en puestos de privilegio; los más entusiastas son los niños y eso, quizá, explique la pasión enraizada de los sucrenses por el automovilismo.
Ayer, sábado, amaneció frío y una densa neblina hizo presagiar un clima duro; aun así, los fanáticos no se acobardaron y se posicionaron en los lugares de mayor espectáculo. Daba lo mismo ver a una niña de dos años jugando al cuidado de sus padres, que a un adulto mayor con los brazos apoyados en sus rodillas esperando el derrape de los coches.
La pasión de los aficionados fue tal que cualquier espacio de tierra, adobe o piedra para sentarse era para ellos la más confortable butaca de cine.
Otros tomaron mayores previsiones y se fueron hasta la ruta con grandes sombrillas y carpas de campaña además que se llevaron sillas y mesas hasta frazadas.
El tiempo fue pasando y la temperatura comenzó a cambiar bruscamente: de frío a unos despiadados rayos de sol que más que calentar quemaran la piel de los fanáticos, que soportaron la incómoda situación alentando a cada instante a los corredores. ¿Alguien en especial? No, a todos, porque así vive el sucrense su pasión por los fierros.
Hoy, domingo, nuevamente los sucrenses se volcarán al trayecto del Oscar Crespo.