Sin fútbol otra vez
Es el cuarto aplazamiento en el calendario del campeonato Clausura.
Como era previsible la vigésima fecha del campeonato Clausura, que debía jugarse este fin de semana también fue postergada, con esta son cuatro jornadas aplazadas debido a los conflictos político sociales en el país. Así lo hizo saber la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) en un comunicado.
La dirección de competiciones en consenso con la comisión técnica transitoria propuso un nuevo calendario para reprogramar las fechas 17, 18 y 19, las mismas que se disputarían cada una en un mismo día.
La fecha 17 se jugaría el 23 de noviembre, la 18 el 27 y la 19 el 30; quedando solo por reubicar la jornada 20.
Las movilizaciones de sectores que consideran que hubo fraude en las elecciones generales del 20 de octubre no se detienen en diversos puntos del país lo que hace inviable que se reanuden las actividades habituales, entre ellas el fútbol.
Una vez más el ente federativo se ampara en los artículos 48 y 49 del reglamento de campeonato 2019 que señalan en sus líneas lo siguiente:
Según el Artículo 48: “Se considera como causas de fuerza mayor justificadas conflictos sociales tales como huelgas nacionales, departamentales, paros cívicos, conmoción civil, paros decretados por el servicio de Transporte que impidan a los equipos trasladarse al lugar donde debe disputarse el partido”.
Asimismo el Artículo 49 señala: “Si durante la temporada 2019 hubiera que suspender toda una fecha del calendario, la misma se reprogramará en la oportunidad inmediata”.
El certamen debiera volver a la actividad entre el miércoles 6 y el jueves 7 de noviembre con el desarrollo de la fecha 21 siempre y cuando se den las condiciones.
En las últimas horas surgió un planteamiento del presidente de la División Profesional, Robert Blanco, de suspender el campeonato Clausura hasta que se dé una solución a las dificultades, sin embargo la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) salió al paso y demandó a la FBF que el certamen continúe. Con esta nueva suspensión crece la incertidumbre en el fútbol boliviano.