Con sabor a poco
Barcelona y Real Madrid firmaron un pálido empate y en España todo sigue igual
Fútbol bajo, mínimos en un clásico que llenó páginas y horas de televisión en las semanas previas, pero que no respondió a las expectativas entre un Barça que genera muchas dudas en su fútbol y un Real Madrid que no es capaz de generar ocasiones, pese al control del juego. El partido quedó igualado con un triste 0-0.
El empate sin goles escenifica lo vivido en el Camp Nou, un punto para cada uno para dejar la clasificación como estaba, con el Barça líder por mejor diferencia de goles.
El espectáculo futbolístico fue de serie B. Pocas veces el Barça se vio inferior al Real Madrid últimamente, pero los de Zidane pecaron de falta de gol, porque su fútbol fue de fogueo, sin ocasiones claras.
El Barça jugó a lo que puede, a buscar el desequilibrio delante en alguna acción de alguno de su tridente ofensivo, y el Real Madrid mascó el partido con Fede Valverde y Casemiro como principales referentes.
El Real Madrid jugó a lo que quiso desde el inicio. Con una media más contundente, los de Zinedine Zidane controlaron la situación, presionaron muy arriba, se llevaron prácticamente todos los rebotes frente a un Barça que lo fió todo a la calidad de sus delanteros.
Al final, un empate que sabe a poco y poco habitual en este tipo de partidos. De hecho, desde 2002, con Louis van Gaal y Vicente del Bosque en los banquillos, no se producía este resultado, que permite que todo siga igual en LaLiga.
EL RECLAMO DEL REAL
El Real Madrid lamentó el arbitraje realizado en el clásico por el colegiado Alejandro Hernández Hernández y que no interviniese el VAR en dos acciones de Raphael Varane por las que reclamó penal, y aseguró en su web que “ni el árbitro ni el VAR” lo vieron.
“El francés sufrió un plantillazo de Lenglet y dos minutos después fue agarrado de la camiseta por Rakitic”, denunció el conjunto madridista en una información publicada en su web hora y media después de la crónica.
DISTURBIOS
Al menos 46 personas requirieron asistencia sanitaria, todas ellas de carácter leve, por lesiones sufridas en los disturbios junto al Camp Nou durante el clásico, en los que los Mossos d’Esquadra cargaron y dispararon proyectiles de “foam” mientras radicales incendiaban contenedores.
Según informó el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), de los 46 heridos atendidos, ocho de ellos requirieron un traslado a un centro sanitario en las cercanías del Camp Nou.
Tras una tarde en la que la protesta convocada por la plataforma anónima Tsunami Democràtic discurrió con normalidad, tras reunir a unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana, algunos radicales tomaron la calle en los alrededores del Camp Nou, en pequeños grupos, donde cruzaron contenedores y les prendieron fuego.