El Matador se baña en optimismo para enfrentar a Guabirá

Si algo sobra en Independiente es sed de gloria. Pese a tener asegurado un boleto para la Copa Libertadores 2022, el Matador ambiciona más y está encantado con la posibilidad de alcanzar su primer título en el profesionalismo; tal y como lo indica el DT Marcelo Robledo: “algo mejor que eso no hay”.

“Todo jugador y todo cuerpo técnico entrena, trabaja y juega para poder llegar a una final del torneo y el domingo nosotros tenemos esa posibilidad de hacer historia”, complementó el “Loco”, en referencia al choque con Guabirá, programado para las 15:00 del domingo en el Gilberto Parada de Montero. 

Una victoria sobre los azucareros y un tropiezo de The Strongest frente a Real Santa Cruz es lo que necesita el cuadro capitalino para hacer realidad el anhelado sueño de gritar campeón por primera vez en 89 años de vida institucional. 

La temperatura que predomina en la ciudad norteña de Santa Cruz tampoco pasó desapercibida para el entrenador, quien aseguró que “una ayuda extra” de la naturaleza beneficiaría a las intenciones de sus dirigidos.     

“Vamos a tener que pedir a San Pedro que mande algunas nubecitas para que no sea tan fuerte el sol y no nos pueda pasar factura. Pero esto es así y hay que jugarlo”, argumentó.

El “Loco” también le lanzó flores al rival de turno al que calificó como “un equipo compacto en todas sus líneas, metedor, luchador y muy aguerrido”, por lo que espera un partido “lindo y duro” del que se pretende salir airosos con los tres puntos en el bolsillo. 

La tarea pendiente del estratega es definir el nombre que ocupará el lugar que dejó vacante el expulsado Gustavo Cristaldo en el mediocampo. El paraguayo vio dos tarjetas amarillas y por ende la roja, en el duelo del fin de semana ante Nacional Potosí. 

Por lo, demás, el cuerpo técnico no se guardará nada y mandará al gramado de la “Caldera del Diablo” a su onceno de lujo, ese que hasta ahora le permitió pelear instancias decisivas del campeonato.

15:00 es el horario del partido entre el Matador y el club azucarero de Montero.