Cambiar la fecha de su realización y contar con mayor apoyo institucional podría devolver la jerarquía a la Vuelta a Sucre
Con el cambio de fecha y el compromiso de las autoridades deportivas, la Vuelta Ciclística a Sucre puede mejorar el 2023, según analizó Gualberto Escobar, presidente de la Asociación Municipal de Ciclismo, un día después de haber concluido la prueba pedal en la capital.
Con el cambio de fecha y el compromiso de las autoridades deportivas, la Vuelta Ciclística a Sucre puede mejorar el 2023, según analizó Gualberto Escobar, presidente de la Asociación Municipal de Ciclismo, un día después de haber concluido la prueba pedal en la capital.
Apenas 37 ciclistas participaron de una prueba nacional que en sus inicios –hace ocho años– contaba con más de un centenar de pedalistas de todo el país. ¿Por qué una cifra tan baja? Escobar señaló dos aspectos fundamentales.
El primero de ellos fue la fecha. A diferencia de las otras ediciones, la sexta versión de la Vuelta se corrió en diciembre, siendo la última prueba nacional del año, a la que muchos ciclistas deciden ya no asistir y darse descanso para recargar fuerzas de cara a la próxima gestión.
Para colmo de males, los bajos montos económicos en premios no seducen a los ciclistas nacionales de élite a competir en la carrea capitalina.
¿Cómo se puede subsanar estos inconvenientes para recuperar la jerarquía de la Vuelta? El dirigente local ya dio solución a una de ellas: la fecha.
Para 2023, Escobar informó que la Federación Boliviana de Ciclismo le dio como opciones organizar la Vuelta en mayo o septiembre, una fecha que la Asociación Municipal consultará al Club Junín, dueño de la prueba pedal.
En cuanto a lo económico, Escobar instó a las autoridades deportivas locales (Jefatura Municipal de Deportes y Servicio Departamental de Deportes) a volver a invertir en la Vuelta, como lo hicieron en sus inicios.
“No basta con la empresa privada”, apuntó Escobar, al señalar que si bien el apoyo económico de los privados es importante, no se compara al que daban anteriormente las instituciones gubernamentales.
Si se logra mejorar esos aspectos, el dirigente augura que la Vuelta no solo recuperará su jerarquía, sino también puede proyectarse como una prueba internacional, como la extinta Vuelta al Sur de Bolivia, que se corrió entre 2013 y 2014 y que murió precisamente por falta de apoyo.