El deporte parece no ser una prioridad para la Alcaldía y la Gobernación
Un año más que se va y las promesas de desarrollo deportivo quedan en nada, como las cartas extraviadas a Papá Noel. Escenarios inconclusos, apoyo mínimo a las asociaciones y unos I Juegos Bolivarianos de la Juventud en el limbo
Un año más que se va y las promesas de desarrollo deportivo quedan en nada, como las cartas extraviadas a Papá Noel. Escenarios inconclusos, apoyo mínimo a las asociaciones y unos I Juegos Bolivarianos de la Juventud en el limbo, son algunas de las deficiencias de las autoridades municipales y departamentales.
El complejo municipal de raquetas, el coliseo de bádminton y una cancha de césped en el frontis del estadio Patria son claros ejemplos de una gestión deficiente, según analizó Bladimir Gutiérrez, presidente de la Asamblea Departamental de Deportes.
“Hemos visto infraestructuras abandonadas, que necesitan mantenimiento”, señaló Gutiérrez, haciendo referencia a los escenarios que administra la Gobernación, los cuales fueron puestos a punto el 2019 de cara a los Juegos Bolivarianos, pero que tras su suspensión, no recibieron mantenimiento.
En el caso de la Alcaldía, lamentó que las obras que se tenían proyectadas hace cuatro años, como el complejo municipal de raquetas y el coliseo de bádminton, aún estén inconclusas.
Sobre el tema de escenarios, Jhasmany Pérez, exdirector del Servicio Departamental de Deportes (Sedede) y actual jefe de unidad de coordinación de centros de deportes del Viceministerio de Deportes, lamentó que pese a haber dejado un proyecto para la construcción de una segunda minicancha en el frontis del estadio Patria, el mismo haya quedado archivado, en el olvido.
“Teníamos un proyecto para graderías y para otra canchita más”, recordó la autoridad.
La actual administración del Sedede, a la cabeza de Jesús Salazar, apenas pudo habilitar un par de baños para ese espacio en un año y medio de gestión.
APOYO INCOMPLETO
Gutiérrez lamentó que si bien se dieron incentivos a las selecciones departamentales para asistir a eventos nacionales, “no han sido suficientes”, refiriéndose a la indumentaria y pasajes para las delegaciones.
Igual o peor fue el apoyo para asociaciones que organizaron eventos nacionales en Sucre, ya que “no ha colmado las expectativas”.
JUEGOS EN EL LIMBO
Otra tarea pendiente para las autoridades institucionales es la organización de los I Juegos Bolivarianos de la Juventud, que se viene postergando desde 2020.
Tras la llegada de la pandemia del coronavirus al país y después de la elección de las nuevas autoridades municipales y departamentales, no hubo ningún avance.
Es más, el Comité Organizador dejó de funcionar y la reunión para garantizar el evento internacional en Sucre se aplaza constantemente.
Lo único cierto es que la nueva fecha de la justa bolivariana es noviembre de 2023, pero no hay mayores detalles de cómo y qué ciudades la organizarán.
El presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB), Marco Arze, informó que Cochabamba va elaborando un proyecto para ingresar como subsede y acaparar más del 50% de los deportes, aprovechando sus mejores condiciones de infraestructura y equipamiento que Sucre.
Al 2022 le queda menos de una semana y no hay anuncios de mejorar los recursos económicos, las infraestructuras ni las condiciones para el deporte chuquisaqueño.