Rodrygo cumple con el trámite
El brasileño le dio el triunfo al Real sobre el Chelsea
Sin alardes, a medio gas y con un Rodrygo vestido de “Cristiano Ronaldo”, el Real Madrid remató el trabajo en Stamford Bridge (0-2) y se clasificó a semifinales de la Liga de Campeones ante un Chelsea que volvió a desprender una ausencia de gol aterradora.
No fueron inferiores los “Blues”, pero su ineficacia de cara a puerta, junto a un Thibaut Courtois espléndido y un Rodrygo estelar, terminó por cercenar sus pocas opciones ante un Real Madrid lejos de la brillantez de las remontadas a las que acostumbró en las vueltas europeas.
Esta vez no fue una exhibición ni un paseo. Fue una muestra de que el Real Madrid a veces sabe jugar con el resultado y defenderse. Contentarse con el marcador hasta que surge la oportunidad. Hasta que la pelota llega a las botas de Rodrygo a media hora para el final y este ajusticia al Chelsea con celebración a lo Cristiano incluida.
El brasileño destrozó en velocidad a Chalobah y, aunque su centro no encontró a Benzema, sí a Vinícius en el segundo palo. Este no se precipitó y vio la llegada de Rodrygo, que empujó a la red el 0-1 y se fue hacia el córner norte de Stamford Bridge a hacer el famoso “siuuu” de CR7.
Eliminatoria finiquitada y tiempo para que Real Madrid y Chelsea bajaran revoluciones. No así Vinícius, que ganó la banda y puso un centro raso que Valverde, con un imán, se llevó en carrera para servir el 0-2 a Rodrygo.
Con el doblete del brasileño, que afina su idilio con Europa, el Real Madrid vuela a sus terceras semifinales consecutivas, 11 en 13 años. Espera al Bayern Múnich o al Manchester City y da otro paso hacia su decimoquinta Copa de Europa. Lejana aún, sí, pero como en los últimos años, siempre posible.
El Milan clasifica y se reencuentra con la gloria
El Milan volverá a disputar unas semifinales de Liga de Campeones 16 años después de la última vez. Lo consiguió tras una eliminatoria en la que despertó de su sueño a un Nápoles (1-1, 2-1 resultado global) que pese a todo será histórico, pero en la que rubricó un perfecto ejercicio de resistencia y una demostración de madurez que le abrió las puertas a una gloria que puede ser aún mayor.
El francés Olivier Giroud abrió la cuenta (43’) para liquidar el pleito a favor del Milan, pese al empate de Osimhen (93’), que simplemente fue para salvar el honor.