Fluminense y Boca Juniors jugarán por el título de la Copa este sábado en Río

Quedan solamente 90 minutos para conocer al nuevo campeón de la Copa Libertadores 2023. Los dos mejores equipos del continente se enfrentarán en el Estadio Maracaná para buscar quedarse con el tan ansiado trofeo. Fluminense y Boca Juniors jugarán por el título este sábado (16:00 hora boliviana) en Río de Janeiro.

El “Flu” eliminó a Inter de Porto Alegre por un resultado global de 4-3, mientras que el “Xeneize” dejó en el camino a Palmeiras tras los penales en el Allianz Parque de San Pablo. El brasileño va por su primer título, entretanto el argentino quiere la séptima Copa Libertadores.

Boca integró el Grupo F junto a Deportivo Pereira, Colo Colo y Monagas. El “Xeneize” pasó como líder con 13 puntos y una mejor diferencia de gol de +7. En octavos de final eliminó a Nacional de Montevideo por penales tras empatar ambos partidos (0-0 y 2-2). Luego, en los cuartos de final, se impuso ante Racing, también desde los 12 pasos, luego de dos igualdades sin goles. Por último, en la semifinal, igualó en la Bombonera (0-0) y en el Allianz Parque (1-1), pero la victoria fue 4-2 por penales.

Por su parte, Fluminense integró el Grupo D junto con River Plate, Sporting Cristal y The Strongest. El conjunto brasileño pasó como líder con 10 puntos, los mismos que el “Millonario”, pero con una mejor diferencia de gol (+4 contra 0). En octavos de final eliminó a Argentinos Juniors tras empatar de visitante por 1-1 e imponerse de local por 2-0. Luego, en los cuartos de final se impuso en ambos partidos ante Olimpia y ganó por un resultado global de 5-1. Por último, en la semifinal, dejó en el camino a Inter de Porto Alegre tras igualar en el Maracaná (2-2) y ganar en el Beira Rio (2-1). De esta manera, se ganó un boleto para jugar la gran final.

CLIMA CALIENTE

Cientos de hinchas de Boca Juniors se tomaron ayer la playa de Copacabana para una animada fiesta, pero terminaron expulsados a la fuerza por aficionados brasileños.

La fiesta fue interrumpida violentamente cuando un numeroso grupo de aficionados del Fluminense atacó a los argentinos y, en medio de varios incidentes y peleas generalizadas, obligó a los rivales a abandonar la playa a las carreras.