Dakar: Este jueves y viernes se corre la “48h Chrono”, la más temida
La etapa más esperada de los últimos años en el Rally Dakar ya está aquí.
La etapa más esperada de los últimos años en el Rally Dakar ya está aquí. Hoy y mañana, los pilotos se enfrentan a la “48h Chrono Stage”, una inmersión total en el desierto más inhóspito del planeta tierra durante dos días, sin más material que sus vehículos, seis litros de agua por persona, una tienda de campaña, un saco de dormir y una ración militar de comida.
Con eso tendrán que hacer frente a 547 km (los coches y los camiones) y 625 las motos y quads (en los coches hay menos kilometraje para no comprometerlos por el consumo). La mayoría de ellos de dunas y en los que no está permitido cometer un solo error. Porque, por una vez, el Dakar va a vivir una auténtica etapa maratón.
La “48h Chrono Stage” realmente es una etapa más larga de lo habitual, dividida en dos días. Es decir, que al final de este jueves no habrá una clasificación oficial, sino que será provisional a la espera de que, mañana, viernes, se complete el recorrido.
A lo largo de la ruta se repartirán siete “campamentos” (A, B, C, D, E, F, G y meta). El primero estará situado a los 200 km, los dos siguientes en el 310 y 362, el cuarto en el km 410 y los restantes con un intervalo de entre 30 y 60 km. Se estructuran de manera que en ningún caso un piloto pueda completarlos todos. Los pilotos punteros partirán a las 8:00 (motos) y 8:30 horas (coches) y tendrán que recorrer la máxima distancia posible (sin pasar del campamento G).
La primera parte de la etapa terminará pasadas las 16:00 de Arabia Saudita. En ese momento los pilotos tendrán que detenerse en el campamento más próximo al punto en que se encuentren y, cuando lleguen, se tomará el tiempo de carrera. Al día siguiente partirán de minuto en minuto (y no de tres en tres como es habitual) para completar los kilómetros restantes: los coches desde las 6:15 horas.
Pero... los campamentos no serán realmente campamentos. Simplemente serán un punto de descanso, situado en planicies entre dunas, donde poder estacionar los vehículos y pasar la noche. “No habrá nada, ni baños, ni duchas, ni instalaciones. Algunos están a unas pocas decenas de kilómetros de alguna carretera pero otros están alejados hasta 250 kilómetros”, relata David Castera. “Literalmente en medio de la nada porque allí, por no haber, no hay ni animales”.
Otro aspecto clave a tener en cuenta, la ruta será diferente para las motos y para los coches. Lo mismo sucederá al siguiente día, pero de nuevo el que parta primero, a buen seguro, saldrá perjudicado en tiempo.